Macarena Marambio y Paula López Sendino: "Hemos llegado antes a la Luna que a conocer el fondo del mar"
En 2012, la entonces responsable de comunicación del Instituto de Ciencias del Mar, Elisabetta Broglio, impulsó Observadores del Mar, una plataforma de ciencia ciudadana para recabar datos para el estudio del medio marino y su biodiversidad. Diez años después, la iniciativa congrega a una comunidad de más de 4.000 personas no especializadas con la ciencia, con algún vínculo con el mar y que ya ha compartido cerca de 20.000 observaciones sobre especies y fenómenos detectados en las costas mediterráneas, principalmente. Hoy, Observadores del Mar cuenta con 17 proyectos científicos, con preguntas concretas a las que esta comunidad ciudadana contribuye a diario a buscar respuestas. Un éxito alcanzado también gracias a la labor de un equipo de coordinación compuesto por Joaquim Garrabou, María Vicioso, Macarena Marambio y Paula López Sendino, del mismo Instituto de Ciencias del Mar, Gemma Agell y Maria Garcia, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, y Sandra Espeja, de la Fundació Marilles.
La plataforma está adscrita a la Oficina de Ciencia Ciudadana de Barcelona y, en esta entrevista, hablamos de sus diez años de trayectoria y de conservación marina con Macarena Marambio y Paula López Sendino.
¿Cómo está el mar?
[Paula López Sendino] Sensible, por supuesto. Si hablamos del calentamiento, por ejemplo, el 90% del exceso de calor es absorbido por el océano, así como absorbe un 30% de dióxido de carbono atmosférico. Esto está teniendo consecuencias, por ejemplo en cuanto a aumento de temperatura del agua y acidez (pH). A estos fenómenos se suma la contaminación que se genera en el suelo, que también termina en el mar. El 70% de la superficie del planeta es mar y tiene una conexión directa con la tierra, por tanto, todos estos fenómenos acaban impactando el medio y ecosistemas marinos.
[Macarena Marambio] A esto también cabe añadir la sobreexplotación de recursos marinos. Ya va siendo hora de darnos cuenta de que no hace falta la sobrepesca, la forma en que pescamos no solo es desmedida sino que se hace sin criterio. En el mar prima la economía más que la naturaleza como tal, pero parte de lo que ocurre no se ve. Si en la tierra se hiciera el equivalente a la pesca de arrastre, estoy segura de que no se permitiría y ya lo habrían detenido.
Así, el problema no es solo el cambio climático.
[Paula López Sendino] La pérdida de biodiversidad y el cambio climático son las dos grandes amenazas que estamos viviendo a escala global. Pero tampoco debemos olvidar que la destrucción de hábitats, la sobrepesca o las especies invasoras están perjudicando a dicha biodiversidad. Además, del mar tenemos menos conocimiento, puesto que es mucho más inaccesible que los ecosistemas terrestres. ¡Hemos llegado antes a la Luna que a conocer el fondo del mar! Pero esto parece no tener freno. Paradójicamente, lejos de dejar de explotar el mar, ahora que se están empezando a conocer los fondos marinos, se está planteando hacer minería en las profundidades como alternativa a los recursos que ya no podemos extraer en la superficie. Es decir, que el mar se ve como una fuente de recursos que no termina y eso no es cierto.
¿Hoy tenemos más información sobre nuestros impactos o todo se está acelerando?
[Macarena Marambio] Ambas cosas. Para mí hay un infradiagnóstico en todos los niveles y creo que esto ha hecho que nuestra sensación de hoy sea que todo va más rápido. En las medusas, por ejemplo, lo vemos. Hace unos veinticinco años se empezó a estudiar el tema de las proliferaciones de medusas, pero hoy en día es muy difícil determinar cuándo y dónde se producirá uno de estos episodios, porque realmente no hay datos históricos en los que comparar y comprender los ciclos reproductivos a largo plazo. Esto mismo ocurre en todos los ámbitos. Y, por otra parte, estamos viviendo un proceso que se está acelerando. No es el primer cambio que vivimos, ya hemos tenido antes, aunque no tan acelerados como este y, menos aún, debido a la actividad de nuestra propia especie.
¿El hecho de que hoy os dediquéis a estudiar el mar es vocacional?
[Macarena Marambio] En mi caso, es vocacional al 100%. Estudié veterinaria con el interés de ayudar a los animales y tiré hacia la rama de la conservación, concretamente marina, más en particular, en el estudio de tortugas. Cuando vine a vivir a Barcelona me dediqué al estudio de las medusas y me adentré en la ciencia ciudadana.
[Paula López Sendino] Vocacional al 100% también. Yo quería ser bióloga marina. Siempre he tenido la necesidad de conocer lo que hay allí y estas ganas no las he perdido en absoluto. Dentro de ese deseo de conocer vas tomando conciencia de nuestro impacto y esto hace que quieras protegerlo. Hemos terminado convergiendo en ese sentimiento de conservación.
En diez años, Observadores del Mar ha conseguido implicar a más de 4.000 personas observadoras. ¿Creéis que comparten vuestras motivaciones de conservación y de querer conocer?
[Macarena Marambio] Yo creo que en el medio marino, sobre todo, la motivación principal es la de conocer para ayudar y proteger. Lo veo mucho más que en otras plataformas de ciencia ciudadana sobre biodiversidad, en las que quizá las personas están más motivadas por pertenecer a una comunidad o por dar sentido a las actividades de naturaleza que realizan habitualmente. Con el mar me he encontrado mucho más ese sentimiento de protección.
[Paula López Sendino] Para empezar son gente con algún vínculo con el mar, sea por el hecho de vivir cerca, practicar náutica, submarinismo… Este vínculo con el mar y la mayor voluntad de querer contribuir a mitigar los cambios que estamos viviendo inician una rueda para conocer qué proyectos están en marcha, cuáles son las problemáticas, etc. Esto hace que cada vez quieras aportar más y asumas cierto compromiso. A su vez, en este recorrido las personas pueden aprender mucho del mar.
¿Cómo conseguís implicar a tanta gente?
[Macarena Marambio] Creo que uno de los potenciales que tiene Observadores del Mar es que desde el punto de vista científico es bastante riguroso. El hecho de ir mejorando el feedback que los equipos científicos dan a las personas observadoras, que las validaciones sean personalizadas y transmitir que hay alguien ahí detrás y que no es un algoritmo quien valida las observaciones creo que contribuye a que la gente se implique. También, hemos mejorado la comunicación con la comunidad observadora y esto ha permitido a las personas tener mayores garantías de que su esfuerzo llega a un lugar más seguro. Y que se vea que se están utilizando sus datos también avala su contribución a la ciencia ciudadana.
[Paula López Sendino] A esto habría que añadir que Observadores del Mar ya tiene diez años de trayectoria, es decir, abarca un buen período de recogida de datos. Esto nos permite realizar análisis a escala general, no solo de las observaciones concretas, e impulsar el retorno de estos datos. Para dotarlas de utilidad estamos en contacto con administraciones, puesto que realmente queremos que estos datos sean útiles para la gestión y para la conservación. Cuando consigamos dar a la comunidad este retorno, estamos convencidas de que todavía animará y fidelizará más a las personas observadoras.
[Macarena Marambio] La comunicación y la divulgación son esenciales y contribuyen a la cultura oceánica, pero realmente continuará en el proyecto quien vea que con su contribución se llega a algún resultado.
¿Qué aporta la ciencia ciudadana a la investigación marina?
[Macarena Marambio] Estos proyectos y la participación de las personas permiten tener ojos en todo momento y en todas partes. Esto facilita la alerta precoz. La ciencia ciudadana aporta más información y nos permite trabajar a escalas espaciales y temporales mucho más amplias. Si además, los proyectos, como muchos en Observadores del Mar, tienen protocolos de recogida de datos, incluyen formaciones o materiales para identificar especies, te aseguras que los datos sean más fiables y rigurosos. Son, por tanto, resultados que contribuyen muchísimo a ampliar esta escala.
[Paula López Sendino] De hecho, ahora estamos trabajando para obtener una distribución espacial de recogida de datos mejor, para poder obtener series temporales de datos. En este sentido, la Red de Observatorios Centinela, compuesta por una veintena de las más de 400 entidades que colaboran con Observadores del Mar, tiene una distribución geográfica estratégica que nos permite dar un salto cualitativo más importante en los datos. Es decir, que intentamos fomentar aquellas zonas en las que estamos recogiendo pocas observaciones y que sería necesario poner más énfasis para detectar los diferentes patrones y cambios.
En diez años de trayectoria, ¿qué habéis podido descubrir gracias a la contribución de la ciudadanía?
[Macarena Marambio] A modo de cambio climático, por ejemplo, varios proyectos nos están dando información sobre la mortalidad de corales, cambios en la floración de posidonia, en la distribución de peces que actúan como indicadores del calentamiento… Observaciones como estas permiten constatar los impactos del cambio en los ecosistemas.
[Paula López Sendino] Otro ejemplo es el de un proyecto que surgió al detectarse un aumento de la mortalidad de las nacras. Gracias a este se pudo realizar un seguimiento muy grande de cómo se extendió el agente patógeno causante de esta mortalidad que, hoy, ha afectado casi al 100% de las nacras del Mediterráneo. Pero este mismo proyecto ha dado lugar a otro estudio de algunas nacras que han resistido al patógeno. También tenemos el caso de la Rugulopteryx okamurae, un alga propia del Pacífico que en los últimos años ha aparecido en la zona de Cádiz y que no constaba en el catálogo de especies invasoras, pero que frente a su expansión e impacto se ha añadido como nueva especie de seguimiento. Y también hemos podido realizar seguimiento de la elevada mortalidad de gorgonias blancas y rojas, junto con otros invertebrados, en algunos episodios de olas de calor, como el del año pasado.
¿Cómo permiten estos resultados influir en la toma de decisiones política y de la Administración?
[Macarena Marambio] Estamos avanzando en esa línea. Ahora nos vemos capaces de demostrar que la ciencia ciudadana es útil a ese nivel. Por ejemplo, tuvimos la colaboración de una estudiante becada que nos permitió poder realizar un análisis de todos los programas de seguimiento de especies marinas vulnerables y en peligro que existen en España. Cada una de estas especies debería tener un plan de seguimiento y protección y con el análisis vimos que solo un 4% tiene uno. Ahora, los resultados obtenidos con ciencia ciudadana avalan el hecho de poder realizar este seguimiento de manera ordenada y llenar estos vacíos. El de la nacra es un ejemplo claro sobre cómo se movilizó el seguimiento y se despertó una conciencia.
¿Cómo valoráis las iniciativas impulsadas desde el Ayuntamiento a través de la Oficina de Ciencia Ciudadana de Barcelona?
[Paula López Sendino] Como Observadores del Mar hemos participado en muchas actividades organizadas por la Oficina de Ciencia Ciudadana, como programas como Ciencia Ciudadana en las Escuelas o Ciencia Ciudadana en los Barrios, o grandes eventos como la Fiesta de la Ciencia. De hecho, Barcelona ha impulsado desde el principio la ciencia ciudadana, y esto es muy importante. Estas iniciativas son fundamentales para dar a conocer este tipo de ciencia e implicar a la gente de la ciudad. Hay otros muchos proyectos en marcha en la ciudad, de seguimiento de animales terrestres como las mariposas, aves, pequeños mamíferos, de calidad del aire… Esto permite conocer de primera mano las problemáticas ambientales que tenemos, empoderar la ciudadanía y pasar a la acción, colaborando en la investigación como ciudadanos y ciudadanas, incentivar la colaboración y fomentar un espíritu más crítico que nos hace avanzar como sociedad.
¿Cuál es el rol de las más de 400 entidades que colaboran con Observadores del Mar?
[Paula López Sendino] Hay muchas entidades y muy variadas: clubes náuticos, escuelas, clubes de submarinismo, ONGs, centros de investigación… Algunas ayudan a difundir la plataforma, otras facilitan la subida observaciones, con muchas surgen nuevas sinergias… Al final, nosotros no queremos estar solas en esta iniciativa. El objetivo de mejorar el conocimiento y la conservación de nuestro mar es compartido por mucha gente.
[Macarena Marambio] Creo que a algunas entidades les da seguridad formar parte de la comunidad y al mismo tiempo también es lo que buscamos, ya que si van al mar a recoger datos, tiene sentido aprovechar el esfuerzo y que se haga siguiendo los protocolos para que estas sean útiles para la investigación.
¿Qué habéis aprendido de la ciudadanía?
[Paula López Sendino] Antes de estar en la coordinación, yo era observadora. Lo he visto de forma muy distinta. Como observadora siempre me ha parecido una manera de aprender un montón de cosas, de problemáticas, de especies invasoras, de cangrejos, de cosas de las que no tenía tanto conocimiento. Pienso que es muy gratificante para la gente que sube observaciones tener ese regreso. Si una de tus observaciones, además, puede ser relevante (como una nueva cita, una especie nunca detectada en la zona, un impacto no observado antes…), esto te compromete aún más. Desde el otro lado, desde el equipo de coordinación, nos hace ser más conscientes de la importancia de dar ese regreso a las personas participantes.
[Macarena Marambio] Yo lo que he aprendido de la ciudadanía en general, tanto de Observadores del Mar como con otros proyectos, es que la gente puede ser muy agradecida y compartir la información sin esperar algo puede ser muy positivo. Pero al mismo tiempo, las personas tenemos un ego y con frecuencia se espera algo a cambio, cuando en realidad en Observadores del Mar no nos estamos beneficiando de todo esto, sino que lo que perseguimos es un bien común. De todas formas, hay una proporción de la gente que agradece mucho esto.
[Paula López Sendino] Yo añadiría el concepto de inmediatez. Es habitual encontrar que las personas participantes desean un retorno rápido e inmediato. Pero los datos en investigación, para que sean robustos y útiles, tienen una lenta trayectoria que no se puede recortar.
Después de una década de recorrido, ¿en qué momento creéis que se encuentra Observadores del Mar?
[Macarena Marambio] Estamos en expansión de la calidad de los datos recogidos. La experiencia acumulada hasta ahora nos permite analizar los puntos fuertes de los proyectos, los débiles en que debemos poner más esfuerzos… Ahora hay una consolidación del equipo de trabajo. Somos un equipo grande, con dedicación parcial y a destiempo, y todo lo que es comunicación interna ha tenido que consolidarse, a pesar de faltar financiación todavía. La plataforma comienza a ser reconocida y esto ha costado mucho, pero estamos avanzando hacia arriba.
Imagen: equipo de coordinación y comunicación histórico de Observadores del Mar en el 10 aniversario de la plataforma.
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