Barcelona lidera la primera red urbana del mundo de frío sostenible proveniente de una terminal de gas natural licuado

La nueva infraestructura situada en el Puerto de Barcelona permitirá recuperar 131 GWh por año de energía local, descarbonizada y competitiva, equivalente al consumo anual de una ciudad de 100.000 habitantes, y reducirá la emisión de gases de efecto invernadero.

Representants de l’Ajuntament de Barcelona, Veolia i Enagás durant la inauguració de la primera xarxa urbana de fred sostenible del món, instal·lada a la terminal de gas natural liquat del Port de Barcelona. Aquesta innovadora infraestructura és un referent en sostenibilitat i descarbonització.
26/11/2024 - 16:34 h - Ciencia Ajuntament de Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona, a través de Tersa y BSM, conjuntamente con Veolia y Enagás, han inaugurado una solución pionera de recuperación de frío residual instalada en la terminal de gas natural licuado (GNL) en el Puerto de Barcelona, ​​el décimo puerto más grande de Europa. Esta innovación tecnológica ya está operativa y genera 131 GWh al año de energía local sostenible, baja en carbono y competitiva.

Innovación en el proceso de regasificación para unas ciudades más sostenibles

En el proceso tradicional de regasificación, el GNL llega a la terminal en barco, en estado líquido y a -160 °C, y se utiliza agua de mar para transformarlo en gas natural a temperatura ambiente. En cambio, la nueva solución tecnológica y logística es capaz de recuperar este frío residual e inyectar la energía recuperada en la red de refrigeración urbana para su distribución a una temperatura de -20 °C.

Esta red de refrigeración urbana es la más grande del sur de Europa y provee de energía baja en carbono a la zona sur de Barcelona y parte del Hospitalet de Llobregat, llegando a diferentes tipos de infraestructuras: la Fira de Barcelona, oficinas, centros industriales, hoteles, centros comerciales, equipamientos y viviendas, entre otros.

La nueva iniciativa, pionera en el mundo, evitará la emisión de más de 32.000 toneladas de CO cada año, equivalentes a 110 vuelos de ida y vuelta entre Barcelona y Nueva York, con el objetivo de transformar la ciudad en un espacio más respetuoso con el medio ambiente. En este sentido, la primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona Laia Bonet ha declarado: “Estamos poniendo la innovación al servicio de unas ciudades más sostenibles y más resilientes.”

Respecto a la nueva infraestructura, ha añadido que “este proyecto es pionero, sitúa en el centro la innovación, la eficiencia energética, la descarbonización y la colaboración público-privada, y esto nos permite en las ciudades hacer frente a los retos del cambio climático, unos retos que tenemos que transformar en generación de nuevas oportunidades”.

El sector alimentario, entre los principales beneficiarios potenciales de la nueva red de frío sostenible

En el marco de esta iniciativa, Veolia ha firmado un acuerdo de intenciones con Mercabarna, el mercado mayorista de alimentación de Barcelona y uno de los principales de Europa, que cuenta con más de 600 empresas especializadas en la distribución, preparación, importación y exportación de productos frescos y congelados. Mercabarna es un actor clave, que abastece no solo a Cataluña, sino también otras zonas de España y de Europa, y que con este acuerdo podría beneficiarse del frío residual recuperado de la terminal de GNL de Enagás en sus siete pabellones del mercado de frutas y hortalizas, la nave del mercado de pescado y varias empresas de actividades complementarias del sector alimentario.

Esta solución única, con más de 150 terminales de regasificación en todo el mundo, abre perspectivas considerables para la recuperación de energía local baja en carbono a partir de recursos hasta ahora sin explotar. El proyecto combina experiencia técnica y compromiso medioambiental y demuestra la viabilidad y relevancia de las soluciones de suministro local para responder a los retos globales de soberanía energética y descarbonización.

El éxito de este proyecto es fruto del trabajo iniciado en 2009 entre Veolia, Enagás, el Ayuntamiento de Barcelona y varios actores locales de Barcelona y el Hospitalet de Llobregat. Gracias a estas sinergias, la energía local producida a partir del frío residual impulsa la competitividad de las infraestructuras locales y, a la vez, acompaña la transformación urbana y sostenible de la zona portuaria de Barcelona y sus alrededores.