"La Fundación trabajará para vencer la fragmentación entre la cultura científica y la humanística"

Alba Alarcón, directora de la Fundació Julio Muñoz Ramonet
08/09/2022 - 13:05 h - Cultura y tiempo libre Ajuntament de Barcelona

Licenciada en Derecho y posgrado en Dirección y Liderazgo Públicos, Alba Alarcón fue nombrada el pasado mayo nueva directora de la Fundación Julio Muñoz Ramonet. Con ella hablamos sobre cómo encara el nuevo cargo al frente de esta entidad para convertirla en un centro referente de cultura, arte y ciencia en la ciudad, hito que se incluye dentro de los objetivos del Plan Barcelona Ciencia 2020-2023.

Estudiaste derecho. ¿Cómo te has acabado decantando hacia el ámbito cultural?

Desde que inicié mi carrera profesional como jurista en el sector público, mi interés ha estado siempre focalizado en el sector cultural. Hace once años me surgió la oportunidad de pasar a formar parte del equipo del Mercat de les Flors. El Mercat es un equipamiento de referencia en su campo ya lo largo de los años, ha logrado generar impacto en el ámbito de ciudad y de país, entrelazando proyectos de diversa índole con el común denominador del impulso cultural de la danza y las artes del movimiento.

¿Qué te llevas del Mercat de les Flors?

En el Mercat de les Flors he tenido la oportunidad de adquirir experiencia en la gestión pública en el marco del sector cultural del que es referente de primer nivel. Esto me ha permitido desarrollar una especial sensibilidad, capacidad de entendimiento y conexión hacia las necesidades y especificidades propias de la comunidad artística a las que, en definitiva, me he debido a lo largo de todos estos años.

La dirección de la Fundación Julio Muñoz Ramonet supone un paso adelante en esta línea. Entender los orígenes y el contexto del equipamiento, dotarlo de sentido, respetando la voluntad que le ha dado razón de ser, hacerlo iniciar su evolución hasta convertirse en un centro cultural de referencia en la red de espacios dedicados a la reflexión y la difusión del arte, la cultura y la ciencia en la lógica del pensamiento contemporáneo es un reto estimulante que afronto con la motivación y compromiso propios que requieren una oportunidad como esta.

¿Qué metas te marcas?

Uno de los principales objetivos de los próximos años es afrontar las obras de rehabilitación que permitan poner a la Fundación a funcionar a pleno rendimiento. Actualmente, tenemos abierto al público solo el espacio del jardín. Aunque es un entorno fantástico que los vecinos y vecinas del barrio disfrutan a diario, las posibilidades que la Fundación puede ofrecer a la ciudadanía como equipamiento no se alcanzarán completamente hasta que se realicen las intervenciones necesarias para abrir la totalidad de sus espacios al público.

¿Qué legado te ha dejado Anna Ferrer, la anterior directora?

Anna Ferrer empezó a trabajar para la Fundación en un momento muy complejo, poco después de la Sentencia del Tribunal Supremo que resolvía el legado de la finca y su contenido a favor de la entidad. Como es sabido, la mayor parte de los bienes que formaban la colección no fue puesta a disposición de la Fundación, lo que hizo abrir un nuevo camino litigioso a los tribunales que hoy no se ha resuelto todavía. Anna ha acompañado a la Fundación en todo este proceso, a la vez que ha ido alimentando y fortaleciendo las bases de la entidad como tal, dotándola de la infraestructura y los recursos necesarios para poder ponerla en funcionamiento.

Este es uno de los retos a los que debemos hacer frente. Es importante para la Fundación resolver los litigios pendientes y generar un contexto que permita a la entidad centrar todos sus esfuerzos en poner en funcionamiento el equipamiento, sin distracciones de ningún tipo.

¿Qué esperas aprender de esa experiencia como directora?

La Dirección de la Fundación supone una oportunidad para adentrarme en la gestión integral de todos los aspectos de funcionamiento y operativa de una entidad de estas características.

Aparte de este aspecto más funcional, la Fundación trabajará en la línea de superar la fragmentación de la cultura científica y humanística, como respuesta a una distinción que ha quedado obsoleta y que no responde a algo que ya es una realidad en el contexto actual. Ser testigo de un giro de esa trascendencia de la mano de los propios agentes generadores del cambio es un privilegio y sin duda un aprendizaje que me llevaré de esa experiencia.

¿De qué forma puede integrarse el conocimiento científico en todo este legado?

La casa Muñoz Ramonet será la sede de un centro dinámico que trabajará en diversas escalas en torno a la ciudad contemporánea en sus dimensiones cultural, artística y científica. Parte del centro se concibe como un espacio museizado que exhibirá la colección de arte recuperada en interacción con el inmueble, en tanto que testimonio de la representación social y las formas de vida de la burguesía en la Barcelona de la posguerra. Este entorno se fusionará con un espacio de investigación, de reflexión, de debate, de difusión, a la vez que en un espacio en el que se trabajará con programas artísticos, programas de memoria, programas de historia, y finalmente, de arte y ciencia con residencia para perfiles creadores.

Es un centro que adopta algunas de las funciones de modelos de equipamientos existentes y conocidos como un museo, un centro cultural que genera actividades muy diversas, o un centro de creación contemporánea, pero que a su vez trasciende todas estas tipologías consideradas separadamente por a convertirse en un equipamiento mixto de nueva generación.

¿Has tenido puntos de contacto con la cultura científica en cargos anteriores?

No he tenido contacto directo con la cultura científica, específicamente en cargos anteriores. Es un mundo nuevo para mí y lo afronto con ganas de aprender y conocer. La curiosidad es clave a la hora de iniciar nuevos retos.

¿Por qué crees que es necesario promover la intersección de la ciencia con el arte en un espacio como la Fundación?

Las estrechas relaciones entre la creación artística y la creación científica tendrán un papel importante en el centro, con la voluntad de convertirse en un referente en este ámbito. La Fundación aspira a alimentar a una comunidad vertebrada por artistas y científicos, con una continua circulación de estos profesionales por los centros de investigación científica, espacios de creación artística, y la propia Fundación. En este sentido, la Fundación deberá establecer relaciones bilaterales tanto con los diferentes centros de investigación de la ciudad, como con agentes generadores del ámbito cultural, y diseñar un programa propio de apoyo a la creación que tendrá como base la acogida de residencias artísticas en sus espacios.

¿Cuáles son los principales usos que podrá dar la ciudadanía al legado de Muñoz Ramonet?

El equipamiento se pondrá a disposición de la ciudadanía en torno a tres grandes ejes. En primer lugar, el eje arte y cultura, que permite profundizar diferentes vertientes: el arte y la cultura en general, como base del legado de Muñoz Ramonet y como función de la Fundación en tanto que entidad encargada de conservar y mantener ese legado. En segundo lugar, el eje ciudad y cultura, que emplazará el equipamiento como centro de proximidad y espacio de conocimiento, investigación y creación en torno a las inquietudes y retos de la ciudad contemporánea. Y, finalmente, el eje arte y ciencia, que nos propondrá superar la vieja distinción entre cultura humanística y científica para profundizar en la cada vez más estrecha relación entre creación artística contemporánea e investigación científica.

¿Cómo se integrará el equipamiento en el entramado social y cultural del barrio y de la ciudad?

El equipamiento se configurará como un espacio integrado, abierto y de uso cotidiano para las personas residentes del barrio. Actualmente, el vecindario de Galvany ya disfruta del jardín histórico de la finca, abierto al público, donde programamos actividades para todas las edades. A escala de la ciudad, la Fundación se integrará en la red de equipamientos culturales como un centro singular y poliédrico, tanto desde la perspectiva patrimonial como conceptual y de programación de actividades.

¿La Fundación aspira a ser el espacio referente de cultura científica de Sant Gervasi-Galvany?

Sin perder parte de su esencia en tanto que equipamiento de barrio, la Fundación aspira a convertirse en un centro activo que pone en relación el testimonio histórico del siglo XX con la creación artística y científica del siglo XXI más allá de este ámbito territorial.

Una de las primeras acciones realizadas en los jardines de la Fundación en torno a la intersección del arte con la ciencia ha sido el ciclo de actividades familiares C1ENCI4RT. ¿Cómo ha ido?

En general, la acogida ha sido buena, ya que la programación de actividades familiares en fin de semana ya tenía una trayectoria previa en la programación de la Fundación y, por tanto, ya se disponía de un público acostumbrado a participar.

¿Qué otras propuestas en esta línea destacarías?

Los jardines de la Fundación fueron escenario de un ciclo de actividades en el marco del Congreso ISEA que se celebró en Barcelona el pasado mes de junio y, en el futuro más inmediato, esperamos poder organizar actividades de presentación de proyectos de investigación científica que han recibido apoyo municipal en el marco de la Semana de la Ciencia, el próximo mes de noviembre.

La idea es ir realizando actividades en el ámbito del arte y la ciencia, de modo que, a pesar de no tener los espacios en pleno funcionamiento, se pueda ir consolidando una programación más o menos estable en este ámbito.

¿También se abre a grandes eventos como la Bienal Ciudad y Ciencia?

Es evidente que un evento como la Bienal Ciudad y Ciencia debe establecer relaciones y sinergias con el proyecto de arte y ciencia de la Fundación. Habrá que ver cómo lo articulamos en función de las propuestas y su encaje de acuerdo con las posibilidades que ofrecen los espacios en el momento.

Pronto se iniciarán las obras en los edificios. ¿Cuál es la previsión de actuaciones?

La UTE formada por los arquitectos Mercè Zazurca, Xavier Botet, Albert Saboya y César Sánchez ha resultado ganadora del concurso del proyecto y dirección de las obras de rehabilitación integral de los dos edificios que componen la finca situada entre las calles de Muntaner y del Porvenir. Ahora mismo se está empezando a trabajar el proyecto básico que, posteriormente, se convertirá en proyecto ejecutivo. Se licitará la obra y se iniciarán los trabajos de ejecución de esta bien entrado en 2024, que se alargarán un año, en el mejor de los casos.