Fundación Épica: “Es fundamental volver a incluir el arte, las humanidades y la sociedad en los procesos de investigación e innovación”
La Fundación Épica La Fura dels Baus es un centro de creación e investigación en artes avanzadas que promueve la colaboración horizontal entre humanidades, ciencia, tecnología y sociedad. Hablamos con parte de su equipo: Pep Gatell, presidente; Nadala Fernández, responsable de relaciones institucionales; Fran Iglesias, gerente; y Pedro Lorente, director de tecnología; en torno a su propósito como entidad, la relación actual entre ciencia y arte y, aprovechando la participación de uno de los miembros en un diálogo del Barcelona Knowledge Hub de la Academia Europaea sobre el paso del STEM al STEAM (iniciales inglesas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas).
¿De dónde surge el interés de la fundación por las intersecciones del arte y la ciencia?
El interés de la Fundación Épica y su equipo ha surgido, por un lado, de la inquietud por el nuevo conocimiento como fuente de inspiración, retos y oportunidades, y por otra, por la necesidad de entender y abordar el futuro, cada vez más vinculado y motivado con la ciencia y la tecnología. El arte y la creatividad siempre han estado vinculadas con el futuro. Al fin y al cabo, son una vía más para preparar a la sociedad para afrontar el porvenir desde un pensamiento crítico y desde la responsabilidad. Esto, en plena revolución del conocimiento, sólo puede hacerse desde una posición cercana a la ciencia y la tecnología.
Y, a partir de vuestro trabajo, ¿habéis podido validar esta relación?
¡Por supuesto! Durante todo el camino hemos podido validar nuestra idea inicial, así como nuestra misión sobre el valor de explorar a través de la colaboración horizontal. El espacio intermedio entre ciencia, tecnología, arte y sociedad como catalizador del I+D+i disruptivo y responsable tan necesario para mantener los valores y oportunidades europeas.
¿Existe algún aspecto concreto de la relación entre el arte y la ciencia que os interese especialmente?
Reanudar y reforzar la relación horizontal entre las artes, las humanidades, la ciencia, la tecnología y la sociedad, necesaria para afrontar los retos globales actuales. Estos espacios de interrelación han existido durante casi toda la historia de la humanidad, desde los Renacimientos (el Islámico y el italiano), donde no existían barreras entre conocimientos, en Internet, espacio de conexión entre millones de personas con conocimientos diferentes como catalizador de la innovación. O bien en los cafés ingleses como punto de partida de los grandes cambios e ideas de la revolución industrial.
Más allá de la capacidad inicial y la necesaria transferencia de conocimiento científico y pensamiento crítico hacia la sociedad a través de la conexión con el arte, es fundamental seguir explorando la capacidad de anticipar el futuro, de generar nuevas visiones, nuevos modelos, preparar a las nuevas generaciones…
¿Y cómo podemos volver a fortalecer esta relación?
Solo con un conocimiento holístico, únicamente posible desde una visión sin fronteras entre las disciplinas del conocimiento podremos acotar las variables de los entornos VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos) y maximizar nuestras probabilidades de éxito.
¿El vínculo de la Fura dels Baus con la ciencia y la tecnología remonta desde sus inicios?
¡Sin duda! La Fura dels Baus, después de más de 45 años de historia, todavía es considerada una compañía de vanguardia. Esto sólo puede lograrse desde el acceso a nuevos conocimientos fuera de la compañía, que les ha permitido seguir evolucionando. Durante la historia de la Fura, es muy fácil encontrar el uso de nuevas tecnologías y conocimientos del ámbito científico, incluso en ocasiones demasiado avanzados para la época.
¿En qué momento se crea la Fundación Épica? ¿Qué motivó su creación?
La Fundación se creó hace siete años bajo la idea y ambición de los patrones, las personas fundadoras de la Fura dels Baus, de dejar un legado de la compañía hacia la sociedad. Esto nos permitió poder pivotar, iterar y evaluar la visión y misión, la vinculación con la sociedad y el contexto actual de la Fundación Épica. Todo para llegar a lo que somos en estos momentos, un centro de creación del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, fuertemente vinculado con la ciencia, la tecnología y la sociedad.
Actualmente, ¿qué líneas de trabajo de la entidad destacaríais?
Como Fundación, tenemos cuatro grandes líneas de trabajo: investigación e innovación; territorio y sociedad; residencias; e internacionalización. Todas ellas bajo dos grandes ámbitos de actuación. En primer lugar, la transferencia de conocimiento y promoción del pensamiento crítico en el ámbito de la ciencia y la tecnología, pero siempre vinculado al segundo. En este caso, el ámbito de la creación de nuevas visiones, líneas de investigación o espacios de reflexión en la intersección entre arte, ciencia, tecnología y sociedad. Ha habido muchas ideas disruptivas en esta intersección. ¡No debemos olvidar que el primer autómata de la historia era un flautista!
Por tanto, su máxima prioridad se basa en hacer entender la necesidad de interacción entre el mundo creativo y el científico.
Exacto. Es fundamental para nosotros poder validar la necesidad de volver a incluir el arte, las humanidades y la sociedad en los procesos de investigación e innovación como un actor más junto a la ciencia y la tecnología.
Hay muchas formas de hacer divulgación científica. ¿Cómo pueden el arte y la ciencia contribuir a mejorarla?
Una vez que la ciencia y la tecnología se encontraron, el crecimiento exponencial de la divulgación cambió la sociedad desde muchos puntos de vista. Esta conexión modifica la educación, el mercado laboral, las interacciones humanas, el acceso a la información y la desinformación haciendo que la divulgación científica sea no sólo importante, sino necesaria. La sociedad debe entender los avances científicos, debe tomar conciencia de las oportunidades, los riesgos y las implicaciones del conocimiento y la tecnología en nuestra sociedad. Especialmente en Europa, desde el pensamiento crítico y la responsabilidad.
Participasteis en los diálogos de la Academia Europaea Barcelona para hablar sobre el paso de STEM al STEAM. ¿Cómo definiríais ese cambio?
Para nosotros es un pequeño cambio pero muy relevante. No sólo porque puede emerger nuevas personalidades científicas con una mirada más humanista y conectada con la sociedad, sino porque puede favorecer la necesaria conexión entre la sociedad y el conocimiento. Una conexión que, viendo el ritmo que la ciencia y la tecnología han tomado, pronto no será una opción. Especialmente en Europa, en el contexto vital de nuestro entorno, debemos conseguir especializarnos en un progreso disruptivo, pero responsable. Y esto sólo será posible en un espacio de colaboración entre arte, ciencia, tecnología y sociedad.
¿Cómo se percibe desde la comunidad científica esta transición?
Pues, como siempre en el inicio de cualquier transición, es una cuestión de personas. Hoy los dividiríamos en tres grandes bloques: los que lo han visto como una oportunidad, los que están expectantes y los que no lo ven.
Nosotros tenemos la suerte de estar vinculados a entornos científicos de primer nivel, que han entendido el beneficio que este tipo de colaboración puede tener y nos apoyan plenamente. Con éstos estamos trabajando los casos de éxito que nos ayudarán a llegar a los segundos entornos. Esperamos que, a medio plazo, todo el mundo acabe entendiendo lo que esta conexión puede aportar a la sociedad.
¿Creéis que las nuevas generaciones tienen interés en conocer en profundidad el impacto o presencia de la ciencia en sus vidas?
Las nuevas generaciones han entrado de lleno en la era digital. Tanto que ya existe el concepto de nativos digitales. La realidad es que estarán influenciados por la revolución del conocimiento y todo esto pasa por la ciencia y la tecnología. Así, consideramos que cada vez están más interesados, pero debemos ayudar a los jóvenes para evitar que queden fuera de la nueva revolución, que ya ha llegado.
¿La aproximación a las disciplinas STEAM desde las primeras edades tiene un impacto positivo en este sentido? ¿Nos ayuda a tener una mirada más científica y crítica de la vida?
Tiene un impacto muy positivo, los acerca a la ciencia y el conocimiento con una mirada mucho más humanista y vinculada a nuestros valores, potencia el espíritu investigador tan necesario para seguir avanzando y abordando los nuevos retos que tenemos como sociedad, pero siempre desde el pensamiento crítico, la sostenibilidad y la responsabilidad.