24. La Barcelona gremial (En construcción)
Si el comercio marítimo era el motor del crecimiento, la producción manufacturera era su savia vital. Se organizaba en obradores de tipo familiar presididos por un maestro de oficio, y abastecía tanto a la demanda local como a las exportaciones.
Para evitar las limitaciones de asociación y favorecer la solidaridad profesional, los oficios se agruparon en cofradías piadosas a medida que avanzaba el siglo xiv, hasta conseguir representación en el Consell de Cent y transformarse en la estructura básica de la producción y la organización ciudadana. En el siglo XVI, muchos ya eran gremios con sede propia que imponían, desde la normativa municipal, el proteccionismo característico de la época moderna.