22. El esplendor gótico de Barcelona
La elegante Capilla Real, llamada de Santa Ágata, fue la primera iglesia terminada en gótico en la ciudad de Barcelona, en 1310, cuando la catedral estaba en sus inicios. La arquitectura gótica se extendió rápidamente para responder a las nuevas necesidades de una sociedad urbana cada vez más compleja.
El nuevo estilo también impregnó el resto de manifestaciones artísticas, al calor de una bonanza económica que multiplicaba los encargos y favorecía la consolidación de los talleres locales y los contactos con los modelos y los artistas extranjeros. De la etapa final, la del gótico inspirado en referentes flamencos, da testimonio el espectacular retablo del Condestable, de 1464.