La instalación audiovisual de Isaki Lacuesta, inspirada en los versos de Louise Glück “A faint retroactive light” y “But the light will give us no peace”, fusiona la música electrónica de Ylia y la voz de Alondra Bentley en una experiencia totalmente inmersiva.

Lo que parece un simple reflejo se revela como una proyección que empieza a desincronizarse sutilmente de los movimientos reales de los visitantes y nos invita a reflejarnos en otras personas, incluidas nuestras propias presencias y ausencias pasadas. La obra dialoga con el videoarte clásico de los setenta y ochenta. Al final, la luz se extingue, pero los reflejos persisten en el espejo de forma enigmática: los visitantes no pueden ver sus cuerpos en la oscuridad, pero sí pueden ver sus reflejos. Esta disolución entre realidad y reflejo nos confronta con la naturaleza elusiva de la percepción y la memoria.

Con la colaboración de Benito.

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Isaki Lacuesta es un reconocido cineasta y artista visual que compagina la dirección de películas de ficción, documentales y videoinstalaciones. Ha dirigido doce largometrajes, el más reciente de los cuales es Segundo premio. Su obra, que explora la intersección entre el cine y otras disciplinas artísticas, se ha exhibido en instituciones de prestigio internacional como el Centro Pompidou de París, la National Gallery de Washington, el MOMA de Nueva York, el CCCB y la Bienal de Venecia de Arquitectura. En esta instalación colabora Albert Coma, coordinador audiovisual y diseñador de software con más de dos décadas de experiencia en nuevos medios. La música es obra de Susana Hernández, Ylia, referente de la música electrónica, conocida por su capacidad de integrar ritmos experimentales con narrativas visuales, y la cantante británica Alondra Bentley (WDA, Walking Disaster Area), que aporta su voz a la banda sonora.