El sueño de Gulliver es una ópera mecánica en la tradición de los autómatas musicales de los siglos XVIII y XIX. Constituye un pequeño universo robótico formado por setenta y cinco motores eléctricos y más de ciento sesenta cilindros neumáticos gobernados por ordenadores.
Toda esta tecnología sirve para dar vida un mundo fantástico del cual forman parte veinticinco muñecos, marionetas y animales, que nos cuentan una historia rocambolesca, casi surrealista. Es una metáfora poética sobre la búsqueda obsesiva de un científico. Es el sueño del último viaje de Gulliver.
En este viaje al espacio Gulliver, como científico que es, intentará descubrir los secretos de los orígenes de la vida que no ha podido hallar en la Tierra..
Su rumbo le llevará hasta por cuatro planetas muy distintos. En cada planeta descubre experiencias diferentes, desde la sumisión y el amor hasta la inmortalidad. En la última estación de su viaje se da cuenta de lo imposible de su búsqueda.
La música sigue el leitmotiv de los autómatas y se tocará con dos instrumentos electroacústicos robóticos... Están a la vista del público a cada lado de la boca del escenario. Tocan la música en vivo. Las voces de los cantantes están pregrabadas.
La obra se ofrece en dos versiones: una para adultos de 65 minutos aproximadamente y una versión para niños de unos 30 minutos.
Todo el escenario con su maquinaria, que incluye luces, sonido y el vídeo, está ubicado en un remolque que puede acercarse a cualquier pueblo o ciudad, interior o exterior, y no necesita más que un enchufe para poder trabajar.
Idea i direcció artística: Roland Olbeter; Música: Elena Kats-Chernin; Llibret: Roland Olbeter / Albert Mauri / Christoph Goldmann; Escultura: Nico Nubiola; Vídeo: Esterina Zarrillo; Il·luminació: Cube; Manipulació dels titelles: Kike Blanco;
Idea i direcció artística: Roland Olbeter; Música: Albert Pla; Llibret: Roland Olbeter; Escultura: Nico Nubiola; Vídeo: Esterina Zarrillo; Il·luminació: Cube; Manipulació dels titelles: Kike Blanco;
