“Un fulgurante sol negro en la carta astral del terror contemporáneo”. Recientemente definida así por su colega Mariana Enríquez, y considerada una de las mejores voces latinoamericanas de los géneros fantásticos (fue elegida por Granta como una de los 25 mejores narradores jóvenes en lengua española), la ecuatoriana Mónica Ojeda es uno de los nombres destacados de la cuarta edición del Festival 42. Llega a este con una novedad bajo el brazo, la fiesta novelística de ritmo telúrico que es la historia de padres, danzas, miedos y drogas Chamanes eléctricos en la fiesta del sol, pero en su conversación con la especialista Lucía Leandro podrá hablar también del horror andino, del poder volcánico de los símbolos, de la relación entre tradición y tecnología, de las sombras que esconden las relaciones familiares y patriarcales o de los relatos perturbadores que en su caso han devenido en marca de la casa, y que Ojeda ha bordado en otros libros recientes como Las voladoras, Nefando o Mandíbula.

Participa:

Mónica Ojeda

Modera:

Lucía Leandro