El litoral parque a parque
Actualmente, el frente marítimo de Barcelona permite ir casi de un extremo al otro a través de parques. Una combinación muy agradable de azul y verde que se ha ido ampliando con los años. La propuesta de este mes nos permite pasear por los jardines casi rozando el mar, cruzando cuatro de los cinco parques que forman los que, en 1992, recibieron el nombre de los Parques del Litoral.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 representaron una de las renovaciones urbanísticas más importantes de la ciudad. En el frente marítimo, al mismo tiempo que se construyeron la Vila Olímpica y el Cinturón del Litoral, en los antiguos terrenos industriales del Poblenou se crearon cinco parques nuevos: el de Carles I, en la nueva trama urbana, y, en el litoral, el de les Cascades, el del Port Olímpic, el de la Nova Icària y el del Poblenou. Estos últimos cuatro parques nos permiten pasear junto al mar, ya sea a pie o en bicicleta, sin dejar los espacios ajardinados.
El Parque de les Cascades
Este parque, que encabeza nuestro recorrido, es un paseo abierto, una puerta de entrada a la Vila Olímpica y un lugar de paso que nos lleva hasta las playas -la más cerca en este punto, es la de la Barceloneta- en medio de una densa vegetación típicamente mediterránea.
El nombre de este parque proviene de la cascada que cae desde un estanque, donde destaca el conjunto de esculturas El poder de la paraula, de Auke de Vries y, casi a punto de pasar a otro parque, una especie de gran máscara que nos observa desde el cielo. Se trata de David i Goliat, de Antoni Llena. Unos cuantos pasos -o pedaleos- más y llegamos a la plaza dels Voluntaris. Al otro lado nos espera el siguiente parque del recorrido.
El Parque del Port Olímpic
Ubicado delante del Puerto Olímpico, este espacio verde avanza hacia el mar en una gran curva que ofrece amplias perspectivas del paseo marítimo. La plaza dels Voluntaris, los palos donde ondearon las banderas de los países que participaron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y una escultura de Cobi, la mascota de los juegos, recuerdan en diferentes puntos del parque este gran evento deportivo.
Al principio de las hileras de palos de bandera está Marc, una escultura llena de color que su autor, el pintor Robert Llimós, realizó en memoria de su hijo Marc, fallecido en accidente de coche.
En uno de los lados del paseo, una gran pérgola se convierte en zona de descanso, con bancos, juegos infantiles y macetas de terracota donde lucen plantas muy ornamentales. Al otro lado, mirando hacia el mar, se inicia un amplio parterre lleno de árboles, arbustos y palmeras que, a medida que avanzamos, se ensancha generosamente para dar paso a un gran espacio semicircular con caminos, pequeñas plazas, amplias extensiones de césped y un larguísimo y sinuoso banco hecho de cerámica. A final del parque, una vez cruzada la calle Arquitecte Sert, llegamos al tercer parque del recorrido.
El litoral parque a parque
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 representaron una de las renovaciones urbanísticas más importantes de la ciudad. En el frente marítimo se crearon cinco parques nuevos: el de Carles I, en la nueva trama urbana, y, en el litoral, el de les Cascades, el del Port Olímpic, el de la Nova Icària y el del Poblenou.