La historia
Barcelona primero fue Barcino, una pequeña ciudad de fundación romana que con el paso de los siglos se convirtió en una importante capital medieval. El esplendor de aquellos tiempos se frenó al iniciarse la época moderna, con la guerra de Sucesión. Aun así, la ciudad avanzó al ritmo de los tiempos, industrializándose y convirtiéndose en el motor de la Cataluña actual.
La Barcino Romana
Las murallas romanas que rodean el corazón de Barcelona abarcan la Barcino que existió entre el siglo I a. C. y los inicios de la Edad Media. Una ciudad que nació como una pequeña colonia y que creció poco a poco hasta convertirse, durante un breve periodo de tiempo, en ciudad imperial.
La Barcelona medieval
Durante la Edad Media, Barcelona se convirtió en Ciudad Condal y ganó relevancia política. Pasó a ser la sede de las principales instituciones de poder de la Cataluña Vieja, lo que propició una intensa actividad comercial que la hizo crecer y expandirse, y vestirse con magníficos edificios de arquitectura gótica.
La ciudad moderna e industrial
A finales del siglo XVII y principios del XVIII, Barcelona seguía siendo una ciudad dinámica e interconectada con el mundo, pero sufrió largos asedios en largas guerras que le causaron cicatrices profundas. Gracias al espíritu de superación de los barceloneses, a finales del siglo XVIII resurgió como motor económico, iniciando una próspera actividad industrial que arraigaría a lo largo del siglo XIX.
La Barcelona contemporánea
Mientras la ciudad crecía industrial y demográficamente, los acontecimientos políticos y sociales, con el estallido de la Guerra Civil Española y la larga dictadura posterior, definieron unos tiempos convulsos. A finales del siglo XX, con la llegada de la democracia, Barcelona resurgió, como un ave fénix, dispuesta a convertirse en una gran metrópoli del siglo XXI.