Presentación
Barcelona es ciudad de arquitectura por la belleza y singularidad de muchos de sus edificios, por la manera en que juntos y juntas intentamos cuidar de un patrimonio arquitectónico que tiene siglos, por la ambición sostenida de darnos espacios públicos acogedores, accesibles e inclusivos.
Pero no es solo por eso que la UNESCO-UIA la ha nombrado Capital Mundial de la Arquitectura. Las disciplinas y sociedades evolucionan: Barcelona y la arquitectura, también. El Congreso Mundial de Arquitectos UIA’96 exportó el modelo urbano olímpico. Tras crisis inmobiliarias, sociales, sanitarias y climáticas, el paradigma de nuestra arquitectura se ha renovado profundamente: quiere formar parte de la solución y no del problema. Desde una ciudad socialmente diversa, de urbanismo denso, de recursos naturales limitados y de clima mediterráneo —dulce y soleado, pero con ciclos de sequía y largas olas de calor—, de los retos de sostenibilidad económica, social y medioambiental, la arquitectura, el urbanismo y el paisajismo los aprovechan a su favor. La ciudad puede releerse, avanzar y ser ejemplo.
La capitalidad debe ayudarnos a hablar de arquitectura a todos los públicos. Con vistas al 2026, estamos coordinando una programación —liderada por la arquitecta jefa del Ayuntamiento de Barcelona — de divulgación arquitectónica dirigida a toda la ciudadanía, con el aperitivo de las Semanas de Arquitectura (este año, del 14 de mayo al 28 de junio) y en colaboración con el activo tejido que nutre la cultura arquitectónica en nuestro país y todo aquel que quiera contribuir.