¿Cuál es el impacto de las políticas alimentarias locales en la mitigación y adaptación al cambio climático?

El seminario Del plato al planeta: municipios que transforman ha sido organizado por la Red de Municipios por la Agroecología y el Ayuntamiento de Barcelona.

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16/12/2024 - 16:26 h - Comercio y mercados Ajuntament de Barcelona

Durante toda la mañana de hoy, el Centro Cívico Cotxeres de Sants ha acogido a casi un centenar de personas expertas, técnicas y responsables locales que han participado en el seminario Del plato al planeta: municipios que transforman, una jornada organizada por la Red de Municipios por la Agroecología y el Ayuntamiento de Barcelona para reflexionar sobre el rol de la alimentación sostenible a la hora de transformar los territorios y hacer frente al cambio climático.

El seminario se enmarca en el proyecto piloto en el que han participado Barcelona, Granollers y Rivas-Vaciamadrid como parte del Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima, que les ha permitido evaluar el impacto de sus políticas alimentarias locales.

Herramientas para evaluar el impacto de las políticas locales

Durante la jornada, Maria Carrascosa, secretaria técnica de la Red de Municipios por la Agroecología, ha explicado a las asistentes las herramientas y recursos que ya hay disponibles para las ciudades comprometidas en el Reto de Barcelona, que permitirán hacer seguimiento y evaluar las políticas alimentarias locales que adopten. Barcelona, Granollers y Rivas-Vaciamadrid han sido las tres primeras ciudades en evaluarlas.

Acciones destacadas en Barcelona

En el caso de Barcelona, Manel Vàzquez, director de Servicios de Comercio, Restauración y Alimentación del Ayuntamiento de Barcelona, ha destacado, entre las acciones que se han llevado a cabo, en primer lugar, la Estrategia de alimentación saludable y sostenible Barcelona 2030, un acuerdo de ciudad para transformar el modelo actual. También el programa Comercio Verde, que fomenta la oferta de productos de proximidad y ecológicos en los mercados municipales, con más de 500 establecimientos adheridos, la instrucción de compra pública alimentaria y, finalmente, el programa Comedores escolares más sanos y sostenibles.

Mientras que Helena Barracó, jefa del Departamento de Equipamientos y Programas para la Sostenibilidad de la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado el Plan Clima. Concretamente, ha hecho hincapié en las acciones de sensibilización orientadas a la ciudadanía y trabajadas conjuntamente.

Iniciativas de éxito en Granollers

Francesc Arolas, teniente de alcaldía y concejal de Transparencia y Buen Gobierno, Recursos Humanos, Atención Ciudadana, Medio Ambiente y Espacios Verdes, Salud Pública y Consumo del Ayuntamiento de Granollers, ha explicado el proyecto La Mimosa, una iniciativa que facilita el consumo agroecológico entre colectivos en situación de vulnerabilidad; el Mercado de los Sábados, un mercado donde quien vende los productos es mayoritariamente quien los ha cultivado o elaborado, con más de mil usuarios semanales, y, por último, el Banco de Semillas del Vallès Oriental, a través del cual se quiere preservar y poner en valor la agrobiodiversidad cultivada de la comarca.

La experiencia de Rivas-Vaciamadrid

La tercera participante en el proyecto piloto es la ciudad de Rivas-Vaciamadrid, una población de más de 100.000 habitantes que en los últimos años ha puesto en marcha algunas de las políticas locales más innovadoras del Estado para transformar el modelo alimentario. Javier Barchín, director de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, y Alberto Cruz, técnico de Dinamización Agraria del mismo consistorio, destacaron tres: el Parque Agroecológico Soto del Grillo, la creación de una plataforma en línea de comercio local o las composteras comunitarias.

Aprendizajes de la mano de expertos

Además de la experiencia práctica de estos municipios, la jornada también ha incorporado, a través de paneles temáticos y mesas redondas, la voz de expertos como Marta Rivera-Ferré, investigadora del CSIC, y Enric Tello, historiador ambiental de la Universidad de Barcelona, que han reflexionado sobre el impacto en el clima de los sistemas alimentarios y cómo el enfoque agroecológico puede aportar soluciones desde el ámbito municipal.

Asimismo, se ha profundizado en los procesos necesarios para impulsar políticas alimentarias de acción climática, de la mano de Pere Jurado, director de Campañas y Comunicación de Legados, y Laura Calvet, investigadora del área de sostenibilidad del Instituto Metrópoli y coordinadora del posgrado en Dinamización Local Agroecológica de la UAB. Para Calvet, “la agroecología es la única vía posible tanto para mitigar el cambio climático como para alimentar a la gente de cara al futuro. Pero hace falta cooperación intersectorial dentro de cada municipio, y también entre diferentes administraciones, para actuar en lo que sí tenemos competencias: la gestión de residuos, la salud, la enseñanza, los mercados o la compra pública, entre otros ámbitos”.

Dinámica final: algunas conclusiones

En el tramo final de la jornada se ha llevado a cabo una dinámica orientada a definir propuestas concretas para la acción climática en los municipios participantes, identificando oportunidades y necesidades específicas. Así, los diferentes grupos de trabajo han tratado temas como la gobernanza, la equidad social y económica, el desperdicio de alimentos, la producción de alimentos o las dietas y la nutrición sostenibles. Y al finalizar han compartido sus conclusiones.

Entre ellas, las participantes han hecho hincapié en la necesidad de que los municipios destinen más recursos a las políticas alimentarias y potencien la cooperación con la ciudadanía y las organizaciones, dinamizando activamente los espacios que ya existen, o, incluso, que los planes de acción climática de los municipios incorporen los temas alimentarios. También se ha puesto énfasis en la importancia de facilitar el acceso a alimentos sostenibles a toda la población, independientemente de su situación social y económica, y en la necesidad de crear redes entre productores o de incorporar formaciones de agroecología tanto en escuelas como en formaciones profesionales o grados universitarios.