La entrevista: Gremio de Pescaderos

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04/05/2023 - 12:30 h - Comercio y mercados Ajuntament de Barcelona

“Como a reto, nuestra intención es mejorar todo el envasado que tenemos, que es el principal problema de las pescaderías, ya que todo está hecho de plástico”, Àlex Goñi, presidente del Gremio de Pescaderos.

Lo Gremio de Pescaderos es una asociación sin ánimo de lucro, con la misión fundamental de defender los intereses de los pescaderos y pescaderas en Cataluña. Es la única entidad del sector con representatividad y agremiados en toda Cataluña que ofrece asesoramiento jurídico, laboral y fiscal, así como formación sobre sostenibilidad.

¿Cuál es la situación actual del pequeño comercio urbano del sector del pescado?

Después del Covid estamos en un momento de re-adecuación porque todo el comercio en general se ha tenido que adaptar. La sociedad en general tiene una nueva manera de entender la alimentación. Creo que hemos salido del Covid con una nueva manera de hacer que consiste en dedicar mucho poco tiempo en la cocina. Además, muchas veces el trabajo nos lleva a no comer en casa. Si durante la semana nadie come en casa y durante el fin de semana la gente aprovecha para ir a comer una sartén fuera, ya no hay margen de maniobra.

El pescado no se puede comer si no se cocina, no es como la fruta o la verdura. Nosotros necesitamos la cocina y eso nos está ayudando poco. Aparte, también las medidas que se están tomando en el ámbito europeo y de Cataluña con respecto a los temas de pesca tampoco nos ayudan: se va a pescar menos y se encarece el precio del pescado. Como hay restricciones de pesca el precio sube y eso hace que no seamos simpáticos de cara el público. En vez de haber mucho y barato, hay menos y parece que más caro. Tampoco es totalmente así porque las estadísticas marcan que el producto que ha bajado más desde Navidad hasta ahora es el pescado. Eso es porque, como ahora no hay temporales, hay mucho de pescado.

¿Cómo hacéis frente al despilfarro alimenticio desde el Gremio de Pescaderos?

Despilfarro hay a las grandes superficies. Los pequeños comercios de pescado no nos podemos permitir el despilfarro comercialmente para que sino no duraríamos ni cuatro días. Nosotros vamos a comprar diariamente, por lo tanto, podemos controlar mucho el stock.

En cambio, en las grandes superficies se hacen compras con una o dos semanas de antelación, sobre todo comprando pescado a piscifactoría para que llegue aquí: tortillas, salmones … pescados de éstos que les pueden tener garantizados y, si no lo venden, los tiran. En los pequeños comercios no nos podemos permitir tener despilfarro.

¿Cuáles alternativas sostenibles de envases y embalajes existen en el ámbito de las pescaderías?

Trabajamos mucho porque es un tema que nos preocupa y nos ocupa mucho tiempo. Es uno de los grandes problemas que tenemos en la actualidad. Es por eso que estamos intentando buscar todos aquellos productos más innovadores y biodegradables, estando al día de las últimas novedades.

Uno de los problemas mayores que tenemos nosotros es la eliminación del porexpán. Este elemento es perfecto para las pescaderías porque es aislante, pesa poco, conserva, se puede apilar … Pero no sabemos como eliminarlo. Cada mañana en Mercabarna hay unas grandes cantidades de porexpán que se tienen que eliminar después de la venta y suponen un gran problema.

Tenemos que buscar productos que puedan suplir todos los productos de proexpan como las bandejas y las fiambreras. Aquí el gremio tenemos un papel primordial porque nuestra función es trabajar para el sector. Así, cuando tenemos alguna novedad tenemos que comunicarlo para que los pescaderos y pescaderas puedan hacer uso.

¿Qué dificultades se encuentran las pescaderías día a día para impulsar la sostenibilidad?

Básicamente la burocracia. Nosotros somos autónomos y todo lo que es burocracia implica tiempo y dinero. Nuestros negocios son lo que son y, si encima tenemos los márgenes muy recortados, cuesta mucho salir adelante. La Ley de residuos nos pone muchos impedimentos y llega un momento que se nos hace muy difícil seguir con convencimiento. Es un tema en lo que creemos profundamente, pero que al mismo tiempo nos condiciona el negocio y nos pone muchos impedimentos. Éste es uno de los principales problemas que trabajamos desde la Patronal y desde el Gremio. A veces queriéndolo hacer mejor pierdes las ganas por todo lo que eso implica.

¿Qué otras buenas prácticas ambientales promovéis dentro del sector?

Hacemos formación y comunicación, es decir, nos encargamos de traspasar toda la información y normativa que va saliendo para que la gente la conozca. También damos apoyo y atención a todos los socios y socias que lo necesiten.

¿La ciudadanía puede contribuir a reducir los residuos a las pescaderías?

Lo hace. Hoy en día, una gran parte de los clientes y clientes están muy concienciados sobre estos temas en general, no sólo en el sector del pescado. Por la parte que nos toca tenemos nuestra parcela que tenemos que vigilar y cuidar. ¡Antes la clinetela ya llevaba fiambreras de aluminio para ir a comprar al pescado, así que no estamos inventando nada nueve!

Ahora tenemos un programa a través de Recero que consiste en dar fiambreras que se puedan reciclar y la clientela pueda volver a utilizar. De esta manera conseguimos que cada uno se lleve su fiambrera. El objetivo es reducir los productos de un solo uso y que podamos ofrecer reutilizables.

¿Ha cambiado mucho la identidad pesquera de la ciudad de Barcelona?

Sí, y cambiará más todavía. No entiendo el porqué, pero se está ayudando muy poco a que se pesque. Cada vez hay más temporadas de veda, que entiendo que tienen que existir, porque éstas son necesarias para regenerar el pescado, pero no tantas. El pescado tiene una regeneración muy rápida, de hecho, es de los productos que se regenera más rápidamente. Si estuviéramos cuatro años sin pescar ningún pescado, no podríamos entrar en el mar del pescado que habría porque se reproduce muy fácilmente. Tener tantas temporadas de veda no nos permite ni pescar ni vender pescado. Al final, en Barcelona como ciudad se está pescando menos.

¿Cómo se han tenido que adaptar las pescaderías a las nuevas dinámicas de pesca en la ciudad?

Es un mal asunto porque las personas nos acostumbramos mucho a aquellos caminos que son más fáciles y cómodos. Todos somos cómodas y nuestras acciones y decisiones fluctúan según la comodidad. La transformación social que estamos teniendo en este momento, de cambiar las maneras de hacer y de pensar, hace que las dinámicas de mercado cambien. Hoy día, incluso están saliendo promociones de pisos sin cocina, sólo en microondas. Cuando ves eso ya te das cuenta de que hay una previsión que las cocinas en las casas desaparecerán. Todo eso afectará a las pescaderías. Ahora somos unas 2500, pero dentro de un tiempo seguramente seremos la mitad. Y eso pasará con la carne, con la fruta y con muchos otros artículos.

Eso no se puede arreglar haciendo publicitado porque estamos en un momento que la televisión tiene más programas de cocina y la gente cada vez cocina menos. Es un contrasentido. Desde el Gremio no podemos hacer casi nada.

¿Qué os hizo participar de Barcelona + Sostenible? ¿Qué os aporta?

Nos hizo participar en Barcelona + Sostenible un sentido de pertenencia y una necesidad. Además, como Gremi también nos gusta participar y creo que es muy importante colaborar, sacar provecho de todo lo que nos pueda aportar B+S y también aportar todo aquello que podamos. La verdad es que estamos muy contentos de estar.

En el ámbito personal, me aporta un enriquecimiento y un conocimiento muy interesante, ya que yo no tronco técnico en sostenibilidad y, como muchas veces tengo que dar consejo a algunos socios, me interesa tener estos conocimientos. Creo que es un lugar donde tiene que estar.

¿Cuáles son vuestros retos sostenibles a partir de ahora?

Tenemos mucho trabajo, pero también hemos recurrido muy de camino. Yo fui uno de los firmantes para eliminar la bolsa de plástico de asas. Es uno de los pactos que se firmó antes en Cataluña que a nivel nacional. Como reto nuestra intención es mejorar todo el envasado que tenemos, que es el principal problema de las pescaderías, ya que todo está hecho de plástico. Unas manzanas las puedes poner en una bolsita de papel, pero el pescado no puedes ponerlo porque es húmedo. Es por eso que tenemos que buscar un producto alternativo que pueda cubrir las necesidades del pescado.


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