El segundo Encuentro de Centros Masterchef conecta a pequeños y mayores a través de la cocina consciente

El encuentro, dinamizado por educadoras de la cooperativa L’Ortiga, tenía como objetivo profundizar en los impactos sociales, ambientales y sobre la salud que tiene la alimentación.

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14/05/2024 - 09:57 h - Ayuntamiento Ajuntament de Barcelona

El miércoles 8 de mayo el alumnado de cuatro centros educativos de la ciudad se encontró en el Espacio Joven La Fontana para participar en el segundo Encuentro de Centros Masterchef, saludable, justo y sostenible, una jornada que s’enmarca dentro del programa Escuelas + Sostenibles y la microrred ‘Alimenta’t amb seny’, para profundizar en los impactos sociales, ambientales y sobre la salud que tiene la alimentación.

A través de la cocina, se buscó promover la participación activa y la cooperación del alumnado, así como el intercambio generacional. Por este motivo, los equipos estaban formados tanto por niños y niñas de jardines de infancia y escuelas de primaria como por adolescentes de secundaria.

Además, con la participación de las educadoras de L’Ortiga, la cooperativa agroecológica de Collserola, los niños y niñas descubrieron el viaje de los alimentos antes de llegar al plato, no solo de dónde vienen sino, sobre todo, el impacto de su consumo en el medio ambiente.

Hacer de la cocina una experiencia compartida

En total, se crearon ocho grupos de niños y jóvenes que, para empezar, tuvieron que encontrar en el espacio un sobre con las recetas que tenían que elaborar. Cada sobre contenía una o dos recetas de desayunos saludables (según la dificultad de la elaboración) e indicaba qué ingredientes y utensilios se necesitarían para cocinarlas.

Con un límite de tiempo, tuvieron que visitar las tiendas habilitadas y pedir a las dinamizadoras todo lo que necesitaban: frutas, bebida de avena, garbanzos, remolacha, chía, trigo sarraceno… De hecho, las recetas también fueron la excusa perfecta para hacer descubrir al alumnado alimentos que no forman parte de su dieta diaria.

Por otra parte, si bien es cierto que a cada grupo le correspondía un miembro del profesorado que supervisaba la actividad y asistía al equipo si era necesario, el alumnado de secundaria rápidamente adoptó un rol de ayuda y acompañamiento a los compañeros y compañeras más pequeños.

Identificar el origen para valorar el impacto del consumo

Después de cocinar conjuntamente durante más o menos una hora, tuvieron que descubrir qué indicadores de salud y sostenibilidad tenían sus platos.

A través de pistas y preguntas, debían averiguar con qué indicadores era adecuado marcar las elaboraciones: hecho con producto fresco, ecológico y de proximidad, residuo cero, sin azúcar o de origen 100 % vegetal. Un ejercicio que mostraba qué hay detrás de los ingredientes que habían utilizado.

Al terminar de cocinar (y de limpiar los utensilios y la mesa que habían usado), se hicieron las presentaciones de los platos.

Una jornada enriquecedora

Una vez los ocho grupos hubieron explicado cómo se habían elaborado las recetas, los ingredientes, los indicadores, las tareas o los retos que habían vivido, llegó la hora de la cata, que gustó mucho a todo el mundo. De hecho, todas y cada una de las elaboraciones tuvieron mucho éxito. También la jornada en sí misma tuvo una excelente acogida, ya que la mayoría de los participantes la evaluaron muy positivamente y destacaron que les gustaría mucho repetir la experiencia.