Cómo lo hacemos en el centro?: consumo responsable

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03/12/2024 - 09:13 h - Medio ambiente y sostenibilidad Ajuntament de Barcelona

La EBM Llar d’infants y el Centre d’Educació Especial FEP Aprenents nos comparten las iniciativas y acciones que desarrollan desde sus centros para fomentar un consumo más sostenible y consciente.

¿Cómo tratáis el consumo responsable en el centro educativo? ¿Qué acciones lleváis a cabo?

FEP Aprenents: intentamos que el consumo responsable esté presente en la mayor parte de las acciones que se llevan a cabo en la escuela. Transmitimos la importancia de ser cuidadosos para evitar el despilfarro, siempre con una visión global y consciente.

Ponemos especial énfasis en el despilfarro alimenticio, ya que en el centro cocinamos, servimos comer y gestionamos una cafetería y un comedor. Trabajamos para crear hábitos sostenibles que los niños y jóvenes puedan aplicar también fuera de la escuela.

Además, hacemos un seguimiento exhaustivo del gasto de agua y luz para concienciar sobre una gestión responsable. Un ejemplo de esta implicación es que el año pasado instalamos placas solares en el centro.

En definitiva, trabajamos de manera colectiva para promover proyectos que fomenten el consumo consciente, integrando estas acciones en el funcionamiento diario de la escuela.

EBM Llar d’infants: el jardín de infancia promueve el consumo responsable desde una visión comunitaria, con acciones adaptadas a niños de 0 a 3 años. Se fomenta el uso consciente de materiales pedagógicos, potenciando la creatividad con recursos sencillos y reciclados, y el cuidado de los libros y materiales para evitar la compra innecesaria. Se colabora con familias y empresas para reutilizar y compartir recursos, como ropa, juguetes y libros, mediante iniciativas como mercados solidarios o programas como RECOMPARTIMOS. También se aprovechan elementos naturales y de rechazo para estimular el juego y se vela para reducir el despilfarro de agua y energía.

Además, EL AFA participa activamente con propuestas sostenibles y el uso de utensilios reutilizables en fiestas. Además, proyectos como el Aprendizaje y Servicio aportan material educativo hecho artesanalmente. También se reduce el despilfarro alimenticio con buenas prácticas en la cocina y se fomenta la participación colectiva por un consumo sostenible.

¿Qué dificultades encontráis a la hora de trabajar este tema con la comunidad educativa? ¿Cómo las resolvéis?

FEP Aprenents: hace un tiempo atrás encontrábamos muchas dificultades, profesorado incluido. Aunque las comisiones verdes están muy concienciadas, costaba implicar el resto de la comunidad educativa. En nuestra escuela hemos conseguido un cambio mediante muchas acciones, como visitar la exposición “Come, actúa, impacta”. Este tipo de iniciativas han ayudado a concienciar al profesorado, y actualmente tenemos 10 profesores y profesoras implicados a la comisión de medio ambiente (de un total de 22 en el centro). Es un punto muy importante que demuestra su compromiso.

Con respecto al alumnado y las familias, encontramos más dificultades. Les enviamos comunicaciones explicándoles que somos una escuela sostenible y dando indicaciones concretas, como evitar el uso de papel de aluminio. Aun así, resulta complicado. Las familias a menudo pertenecen a un colectivo vulnerable con particularidades que tenemos que entender y respetar.

EBM Llar d’infants: es natural que no todo el mundo tenga la misma conciencia sobre sostenibilidad, pero como comunidad escolar, es esencial trabajar conjuntamente. Pequeños gestos como reciclar, compartir recursos o apagar luces pueden generar grandes cambios, especialmente si la escuela lidera con el ejemplo y fomenta la participación activa de todas las familias y personal.

Es importante implicar a los niños desde pequeños, modelando buenos hábitos que imitan e interiorizan con facilidad. También es clave organizar proyectos colaborativos, como huertos escolares o actividades con familias y voluntarios, que refuercen el sentimiento de pertenencia. Cuando todo el mundo oye que es parte fundamental de la comunidad, surgen sinergias que enriquecen la escuela y benefician a los niños.

¿Qué respuesta habéis encontrado en el alumnado? ¿Encontrad que se ha implicado más?

FEP Aprenents: entre el alumnado hay de todo. Cuesta mucho implicar determinados grupos, especialmente por la vulnerabilidad de su perfil. Aun así, una parte significativa de los estudiantes es muy colaboradora. Cuando los asignamos tareas que los empoderen —como responsabilizarse del reciclaje o la prevención de residuos— se implican más. Intentamos evitar personalizar las acciones, haciéndolos entender que se trata de un beneficio colectivo.

También trabajamos para que amplíen su visión y piensen en el futuro y en la sociedad en conjunto.

EBM Llar d’infants: a través de lo que ven los niños en la escuela, de lo que les transmite la familia y de cómo ven que se involucran en la escuela, poco a poco pueden ir interiorizando y adquiriendo hábitos saludables, sostenibles y relacionados con el consumo responsable. Hace falta, sin embargo, la implicación de toda la comunidad educativa como modelo, sino no sería posible Ahora se acercan las fiestas de Navidad, una época con un consumo muy elevado que genera muchos impactos en el medio ambiente. ¿Qué puedo hacer cada uno/a de nosotros para no caer en el consumismo innecesario?

FEP Aprenents: es la época más difícil del año para gestionar el consumismo, ya que todo el entorno te induce a comprar. Hay que reflexionar sobre nuestras acciones: ¿compramos por necesidad o por capricho? ¿Podemos buscar alternativas?

Proponemos ideas como regalar experiencias o hacer regalos que podamos compartir con otras personas. También tratamos este aspecto con los niños, teniendo en cuenta las características económicas de sus familias. Siempre hay alternativas: un regalo no tiene que ser comprado, puede estar hecho a mano o reciclado. En nuestro centro, por ejemplo, potenciamos las manualidades, organizamos meriendas y valoramos la vertiente menos materialista de los regalos.

Además, concienciamos al alumnado sobre el impacto ambiental del modelo de consumo actual. Fomentamos el reciclaje, el ahorro de agua y el cambio climático e incidimos en conceptos como el residuo cero y alternativas al plástico.

EBM Llar d’infants: Desde el 25 de noviembre hasta el 5 de diciembre, organizamos, con el AFA, una recogida de ropa y juguetes en la escuela para darles una segunda vida. A la edad de los niños, la ropa crece rápidamente y a menudo se mantiene casi nueva. Los juguetes, igualmente, son poco utilizados. Aprovechando la época antes de Navidad, ofrecemos estos materiales de manera altruista a las familias para contribuir al consumo responsable.

Del 10 al 19 de diciembre, las familias podrán coger lo que necesiten sin coste. Evitamos el uso de plástico y promovemos la reutilización. Además, unas abuelas costureros realizan decoración de invierno con materiales reciclados. También, utilizamos material reciclable para decorar la escuela.

Finalmente, enviamos recomendaciones por regalos que fomentan el tiempo en familia y no el consumo excesivo. El Leño puerta postres en lugar de regalos, con envoltorios hechos por los niños para evitar malbaratar papel.

¿Qué creéis que se tendría que hacer, en el ámbito social y económico, para alcanzar un consumo sostenible?

EBM Llar d’infants: ¡es una pregunta difícil! Desde la escuela trabajamos la responsabilidad individual, pero en el ámbito social todavía falta implicación real. A veces, las acciones no concuerdan con los mensajes que queremos transmitir.

Desde los gobiernos harían falta medidas más efectivas y visibles. Si los niños no perciben que sus acciones tienen un efecto real, los cuesta creer, y el mismo pasa con la sociedad. Cambiar este paradigma requiere un esfuerzo grande: hace falta educar en sostenibilidad y hacer que las personas entiendan qué significa y qué beneficios aporta.

También es cierto que hay muchos intereses económicos en contra, pero es imprescindible luchar desde el ámbito social y personal por mejorar nuestro entorno. Como escuela, trabajamos para que los alumnos entiendan e interioricen estas ideas.

EBM Llar d’infants: Creemos que la escuela tiene que ser un modelo a seguir en sostenibilidad, fomentando una conciencia ambiental desde pequeños. Con edades de 0 a 3 años, las propuestas de los niños son limitadas, pero intentamos enseñarlos a cuidar las plantas y mantener un huerto pequeño con la ayuda de una entidad del barrio.

Los frutos recogidos se cocinan y se ofrecen a los niños a la comida, favoreciendo que tengan interés para probar alimentos nuevos. En la escuela, utilizamos productos ecológicos y de proximidad y este curso, empezaremos a compostar. También tenemos contenedores para depositar aceite usado, ropa y pilas.

Además, intentamos reducir el uso de plástico, como con las bolsas de tela por la ropa sucia. Con estas iniciativas, creemos que estamos contribuyendo a una sociedad más sostenible y transmitiendo buenos hábitos a las familias para aplicar en casa.

vuestro centro ha participado en el curso textil, una actividad por aprender sobre reutilización y reciclaje de ropa y textiles. ¿Cómo ha estado vuestra experiencia? ¿La recomendáis en otros centros?

EBM Llar d’infants: ¡sí, la recomendamos mucho! Fue una experiencia intensa, pero muy enriquecedora, con un alto nivel de participación de toda la comunidad educativa. También implicamos el barrio y sus entidades (centros cívicos, casales de personas mayores…) con una campaña que llegó a muchas personas.

Recogimos mucha ropa, y con la que sobró organizamos un mercado de intercambio en el patio para repartirla entre quién más lo necesitaba. Los niños participaron activamente en el proyecto, aprendiendo todos los aspectos del reciclaje textil, que trabajamos especialmente a primero.

La experiencia fue muy positiva porque nos permitió abordar temas como el consumismo, la contaminación textil y la participación de toda la comunidad educativa y del barrio. ¡Lo recomendamos en cualquier centro!

EBM Llar d’infants: Aunque los niños de la escuela no pueden participar por la edad que tienen, creemos que la iniciativa de concienciar sobre el reciclaje textil es muy valiosa.

En el Hogar, fomentamos la reutilización de ropa a través del contenedor de la Fundación Formación y Trabajo y con la colaboración del Repunte de Horta, un proyecto comunitario que transforma recortes sobrantes en ropa de muñecas, mochilas, fundas de cojín y sacos de olores. Cuando tenemos teles sobrantes de La Llar, las damos a la fundación “Nubes de letras”, que hace letras de tela para los bebés ingresados a hospitales.

Nuestra implicación en este proyecto fue impulsada por la abuela Montse, que también contribuye con material para ambientar la escuela.

¿Qué os aporta, como centro educativo, formar parte de la red de Escoles + Sostenibles?

FEP Aprenents: formar parte de Escoles + Sostenibles nos aporta un compromiso importante, que nos hace ser más conscientes de la necesidad de trabajar por la sostenibilidad. Esta implicación es transversal y forma parte de nuestro proyecto educativo.

El profesorado está muy sensibilizado gracias a las formaciones, asesoramientos y recursos que nos ofrece la red. También es un estímulo para el alumnado, que entiende que formar parte de esta iniciativa implica trabajar por un futuro más sostenible.

Cuando preparamos la memoria del proyecto, podemos ver en perspectiva todo el trabajo hecho y eso nos ayuda a seguir mejorando y a poner en marcha acciones nosotros concretas. Estamos mucho agradecidos para los recursos materiales y humanos que nos ofrecen y por la oportunidad de crecer como centro comprometido con el medio ambiente.

EBM Llar d’infants: Muchas cosas. Por una parte, formaciones gratuitas que se ofrecen en los equipos docentes. Recibimos asesoramiento por parte de la nuestra referente, que viene como mínimo a una reunión de equipo durante el curso para aclarar dudas, proponer mejoras, revisar nuestro proyecto o nos responde por vía telefónica siempre que lo necesitamos.

También tenemos otros beneficios, como el compuesto y tierra que nos ofrecen desde el Viver Municipal Tres Pins de Montjuïc, y que nos ha servido para trasplantar algunos árboles frutales y plantas de las familias. Los años que no ha habido sequía, hemos tenido la posibilidad de ir al vivero a buscar plantas aromáticas y árboles frutales, cosa que ha permitido hacer del jardín un espacio más acogedor, verde y natural.

Hemos hecho uso del espacio de donación cuando hemos necesitado algo, teniendo mucho presente las limitaciones por la edad de los niños.

Formar parte del programa nos ha permitido dar visibilidad a la etapa 0-3 y fomentar la conciencia ecológica y los hábitos sostenibles entre las familias y el equipo. Eso influirá positivamente en los niños, el futuro de la sociedad.

Susana Ros, directora de FEP Aprenents EE Anna Pones y Marta Moliner, educadoras de la EBM Llar d’infants