La entrevista: Centro de Educación Especial Fàsia-Eixample
“Es importante tener claro el objetivo de transmitir al alumnado el impacto positivo de la sostenibilidad, con el fin de animarlos y hacer que se oigan parte activa”, Ester Piñol, directora del Centro de Educación Especial Fàsia (Eixample).
¿Cómo trabajáis en el centro educativo la sostenibilidad, tanto dentro del aula como en el resto de las instalaciones?
En nuestro centro siempre hemos sido conscientes de la importancia de la sostenibilidad. Ya hace años que nos adherimos a la Red Escuelas + Sostenibles y hemos llevado a cabo diversos programas relacionados con la alimentación saludable, la contaminación acústica, el compostaje y el reciclaje. Cabe añadir que hemos creado una comisión permanente de sostenibilidad formada por miembros del claustro.
Cada curso nos reunimos periódicamente para proponer iniciativas, recoger sugerencias del alumnado, valorar actividades y evaluar objetivos propuestos en nuestro proyecto trienal. De la tarea que hacemos a la comisión salen las actividades que posteriormente realizamos a las aulas, adaptando el contenido a las capacidades del alumnado para facilitar la comprensión.
Nuestro principal objetivo es precisamente sensibilizar a nuestro alumnado y sus familias para que colaboren a cuidar el planeta. De la misma manera, tanto en el comedor como en los ratos de ocio, también mantenemos el mismo criterio de respeto y sostenibilidad, minimizando los residuos (envoltorios de los bocadillos, reciclaje del agua sobrante del comedor, no malbaratando comida, reciclando los desperdicios, haciendo compuesto, etcétera).
Uno de los últimos proyectos del curso pasado llevado a cabo por el alumnado fue el reaprovechamiento de unas naranjas para evitar el despilfarro alimenticio. ¿En qué consistió? ¿Qué inspiró a la escuela para iniciar este proyecto?
Nuestra escuela está situada en pleno Eixample barcelonés, en uno de los pasajes que todavía conserva el encanto de la Barcelona Novocentista. Es un auténtico placer ver los naranjos flanqueando los arcenes durante todo el año. Aun así, hacia en enero o febrero, las naranjas llegan a su madurez y caen al suelo sin que nadie se preocupe, ensuciando la calle. Es decepcionante ver cómo esta fruta se estropea.
A diario, tanto el equipo docente, como las familias y el alumnado, nos dábamos cuenta de este hecho y hablábamos. Con los apoyo de todos y todas, llevamos la cuestión a la Comisión de Sostenibilidad del centro. Todos los miembros iniciamos una investigación sobre esta problemática y descubrimos la existencia del programa de los Espigadores.
El proyecto se inició con una parte teórica en las aulas sobre el proceso de elaboración de mermeladas hechas con las naranjas recolectadas, con el objetivo de sensibilizar los miembros de la comunidad educativa sobre el despilfarro alimenticio. Posteriormente, se fijó una fecha con otras entidades del distrito del Eixample para recoger las naranjas utilizando utensilios especiales para esta tarea.
Con las naranjas, hemos elaborado la mermelada que se repartirá entre toda la comunidad educativa en un acto protocolario que tendrá lugar el día 24 de mayo en la sede del Distrito.
¿Cuál fue la respuesta del alumnado, las familias y del personal de la escuela ante esta iniciativa?
La respuesta fue muy positiva desde el primer momento, ya que todos y todas nos entusiasmamos con el proyecto. No obstante, cuando contactamos con los Espigadores, nos informaron de que teníamos que comunicarlo al Ayuntamiento porque nuestro distrito no estaba incluido en el programa. Así lo hicimos y, a pesar de no poder participar en el espigado del curso pasado, nos aseguraron que para el curso 2023-24 seríamos tenidos en cuenta, como finalmente ha estado.
¿El proyecto tendrá continuidad el próximo curso 2024-25? ¿Tenéis otros proyectos entre manos, relacionados con la sostenibilidad?
Tenemos la intención de continuar con el proyecto el curso próximo siempre que sea posible, ya que ha resultado muy motivador y efectivo, especialmente para el alumnado. Actualmente, estamos llevando a cabo diversos proyectos que iniciamos en cursos anteriores, con un foco especial en el reciclaje de residuos y la reducción del despilfarro alimenticio en el comedor. Además, tenemos en mente iniciar el programa “aireémonos” para concienciar al alumnado sobre la calidad del aire y los efectos nocivos de la contaminación ambiental.
¿Qué consejos o recursos compartiríais con otros centros educativos que quieran iniciar proyectos similares de sostenibilidad?
Es importante tener claro el objetivo de transmitir al alumnado el impacto positivo de la sostenibilidad, con el fin de animarlos y hacer que se sientan una parte activa. Sin su participación, implicación y colaboración, no se podrá conseguir un mundo mejor.
¿Cómo valoráis vuestra trayectoria como participantes de Escoles + Sostenibles? ¿Qué os aporta formar parte?
Participar en los proyectos sostenibles nos encanta, y recibimos de la Red Escuelas + Sostenibles el apoyo necesario para llevarlos a cabo. Además, encontramos muy interesante la posibilidad de poder compartir con otros centros nuestra experiencia en materia de sostenibilidad, y nosotros aprender de los otros.
