Barcelona + Sostenible

Este mes inauguramos esta nueva sección del boletín, donde os mostraremos las experiencias de centros de la red entorno a una temática concreta. En esta ocasión, hablaremos de la eliminación de las toallitas a los jardines de infancia y las alternativas que podéis utilizar.

¿De dónde surgió la iniciativa de eliminar las toallitas húmedas en vuestra escuela?

EMB Valldaura: ya hacía tiempo que buscábamos una alternativa a las toallitas húmedas que utilizábamos cuando cambiábamos pañales. Queríamos alguna cosa que fuera menos contaminante para el planeta y más saludable para los niños.

Al principio del curso 2018-2019 empezamos la investigación y, comentándolo con unas familias de Francia y Argentina, nos hablaron del aceite calcáreo, muy utilizado en estos países.

EMB Guinardó: la iniciativa surge en una reunión de claustro en la que abordamos temas de organización interna del día a día. Esta propuesta es fruto del consenso del equipo educativo y responde a la necesidad detectada por parte de las tutoras de grupo del uso excesivo de materiales no degradables y bastante contaminantes en el cuidado e higiene íntima de los niños, cómo son las toallitas húmedas, las bolsas de plástico y las esponjas jabonosas.

¿Cuánto hace que las habéis eliminado?

EBM Valldaura: el 2018-2019 hicimos una prueba piloto con un grupo de bebés, pero el curso 2020-21 fue cuando extendimos el proyecto a toda la escuela.

EMB Guinardó: el curso 2020-2021.

¿Cuál es la alternativa? ¿qué utilizáis? ¿Qué beneficios aporta?

EMB Valldaura: utilizamos gasas de algodón con un linimento de aceite calcáreo, que es un ingrediente de origen natural.

Actualmente, hay diferentes marcas que fabrican este producto y tiene grandes ventajas: para los niños ofrece una buena limpieza y protección de la piel, pero también es bueno para el planeta, porque, a diferencia de las toallitas, no crea residuos químicos y de difícil descomposición. Además, también reduce el gasto económico de las familias.

EMB Guinardó: la alternativa que utilizamos es el uso de manoplas de ropa (algodón o ruso) en los momentos de higiene de los niños. Esta medida ha aportado diferentes beneficios: por una parte, incorporar una práctica educativa que responde a la necesidad de alcanzar, como escuela, una mirada sostenible y cuidadosa con el medio ambiente; así como, contar con la colaboración de la comunidad educativa (familias y el resto de personal de escuela) en esta iniciativa.

Cuál ha sido la respuesta de la comunidad educativa: ¿los mismos niños, las educadoras y las familias?

EMB Valldaura: las educadoras han aceptado la propuesta porque han visto que funciona y que, al contrario de lo que podría parecer, no implica ningún esfuerzo extra.

Al principio, sólo una familia se opuso, pero ahora en todas les gusta. También hay que decir que, ya en el momento de hacer la matrícula, explicamos a las madres y padres nuestro proyecto de no utilizar toallitas.

Las familias no tienen que preocuparse de comprar nada, sólo ponen el dinero y quien se encarga de comprar el material es la delegada de cada grupo.

También hemos conseguido que algunas familias también utilicen esta alternativa en casa. Otros, han tomado conciencia de los residuos que genera el uso de las toallitas y utilizan agua y jabón con manoplas de ropa.

EMB Guinardó: un beneficio importante ha sido la respuesta de la comunidad educativa. En este sentido, en los inicios la propuesta supuso un cambio relevante en la rutina diaria, en el momento de la higiene infantil, y como todo cambio, hizo falta un tiempo de familiarización con la nueva manera de hacer escuela.

¿

Como animaríais a otras escuelas a emprender el reto de eliminar las toallitas húmedas de su día a día?

EMB Valldaura: nosotros, siempre que podemos, explicamos nuestra experiencia y animamos que se eliminen las toallitas. De hecho, desde el grupo motor de Cunas por el Clima estamos trabajando actualmente este tema. El objetivo es llegar al punto que ninguna escuela utilice las toallitas húmedas.

EMB Guinardó: en el hecho de que este reto revierte directamente en la mejora de nuestro entorno en términos de sostenibilidad. Es nuestra aportación, nuestro grano de arena, como escuela y también como colectivo educativo.

¿Lleváis a cabo alguna otra iniciativa para la prevención de residuos en la escuela? ¿Nos podéis explicar algunos ejemplos?

EMB Valldaura: tenemos muchas iniciativas, como sustituir las bolsas de plástico donde se pone la ropa sucia o mojada de los niños, por bolsas personales de tela impermeable. Cuando hacemos celebraciones con las familias, no utilicemos platos y vasos de un solo uso.

También usamos materiales reciclados para jugar. Por ejemplo, hojas de col para jugar a la cuineta, peladuras de las mandarinas y naranjas para hacer juegos sensoriales, o reutilizar los envases de los yogures para jugar al arenal.

Los troncos de las podas del jardín también se convierten en asientos o elementos de juego… aprovechamos todo tipo de materiales.

EMB Guinardó: sí, concretamente, la retirada progresiva de las esponjas jabonosas como material de uso común de la higiene diaria de los niños y la incorporación de las bolsas de ropa impermeables (en sustitución de las bolsas comunes de plástico) para depositar el material diario sucio de los niños.