Arroz cremoso de coliflor
Ingredientes
- 400 g de chireta (embutido típico del Pallars a base de cordero y arroz)
- 500 g de tupinambo
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 kg de puerro
- 50 ml de aceite de oliva
- Sal
- 1 pizca de pimienta
- 1 rama de tomillo limón
- 1 rama de romero
- 1 hoja de laurel
- 10 ml de vinagre de manzana (o de vino blanco)
- Flor de hinojo silvestre
Elaboración
Romper las puntas de la coliflor de colores y desmenuzarlas con las manos o con un robot. Por otro lado, desmenuzar el queso de larga maduración y mezclarlo con la coliflor. Reservar.
Cortar la cebolla en brunoise y, en una cazuela, cocinar 100 gramos de cebolla hasta que quede transparente, y reservar el resto. Añadir la coliflor blanca. Remover, añadir un poco de agua y cocinar 20-25 minutos a fuego bajo. Triturar todo, añadir la leche y el aceite y volver a triturar hasta quede una crema homogénea, lisa y cremosa. Salpimentar y reservar.
En una cazuela con un chorrito de aceite de oliva, cocinar la cebolla hasta que quede transparente. Añadir el ajo, el arroz y dejar nacarar. Añadir el caldo de coliflor (previamente hervido) y cocinar unos 15-20 minutos a fuego medio. Retirar del fuego, añadir la crema de coliflor, remover sin romper los granos de arroz y dejar reposar un par de minutos.
Emplatar. Añadir por encima la mezcla de coliflor y queso de larga maduración. Acabar con unos microvegetales de la tonalidad de la coliflor de color.
Alérgenos:
- Lactosa
Ingredientes
- 400 g de chireta (embutido típico del Pallars a base de cordero y arroz)
- 500 g de tupinambo
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 kg de puerro
- 50 ml de aceite de oliva
- Sal
- 1 pizca de pimienta
- 1 rama de tomillo limón
- 1 rama de romero
- 1 hoja de laurel
- 10 ml de vinagre de manzana (o de vino blanco)
- Flor de hinojo silvestre
Un sistema alimentario sostenible crea prosperidad, promueve la justicia social, preserva y regenera los recursos naturales y los ecosistemas y salvaguarda la capacidad de las generaciones futuras de alimentarse de forma sostenible. La alimentación sostenible es buena para las personas, buena para los territorios y buena para el planeta.