LA BELLEZA IDEAL Antoni Solà (1780-1861), escultor en Roma
Antoni Solà (Barcelona, 1780- Roma, 1861) fue uno de los artistas más prestigiosos de su tiempo. Pensionado en Roma desde 1803, se estableció en esta ciudad definitivamente y fue uno de los dos únicos extranjeros que ostentaron la presidencia de la Academia de San Luca, difusora principal del arte neoclásico. Intervino en los principales asuntos culturales romanos y defendió la imitación de los griegos y la búsqueda de la belleza ideal, visible en sus esculturas, sus discursos académicos y sus lecciones dirigidas a sus discípulos. Numerosos monumentos y obras suyos ornamentan palacios, iglesias y plazas de Roma, Barcelona, Madrid, La Habana, Bolonia, México... Enterrado en la ciudad eterna, las nuevas orientaciones estéticas y el paso del tiempo le relegaron al olvido. Un siglo y medio después, ésta es la primera exposición que quiere hacer justicia a uno de los grandes escultores del Neoclasicismo.