El legado de Arcadi Oliveres, el economista pacifista
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- Sep 21
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Paraules d’Arcadi es su último libro, que he tenido el privilegio de editar. Un compendio de conceptos para entender mejor cómo funciona (o cómo no funciona) este mundo, y en el que este economista altermundista y referente de los movimientos sociales, que deja toda una estela de arcadistas y seguidores de su lucha, repasa aquello que lo ha guiado en su posicionamiento para entender cómo hemos llegado hasta aquí, o, como dice el subtítulo, qué hemos aprendido del mundo y cómo podemos actuar. Si es que aún estamos a tiempo.
Inmersos en la pandemia de un planeta que va diciendo basta al consumismo desenfrenado y a las guerras y los conflictos absurdos, a las muertes (aún) por hambre y de aquellos que intentan cruzar un Mediterráneo prohibido..., en un mundo que castiga a los disidentes y los convierte (también aún) en presos políticos..., son necesarias voces que remuevan consciencias y nos hagan tomar partido en unas revoluciones que quizá son de hormiga, porque se basan en la constancia y, sobre todo, en la resistencia y la incidencia. Una de estas voces, desgraciadamente desaparecida, es la de Arcadi Oliveres, el economista callejero, el profeta desarmado (como lo definió el periodista Joan Barril) o el activista pacifista que se atrevió a decir, en voz alta y sin tapujos, que el sistema capitalista “es un sistema criminal y asesino que hay que destruir”.
No, no es tarea fácil, pero tampoco es una falacia. Arcadi Oliveres es y ha sido el hombre que ponía las evidencias y las estadísticas sobre la mesa para explicar, de una manera pedagógica y clara, en sus miles y miles de charlas (pero también en clases de universidad o en tantas campañas y luchas), que las desigualdades y los conflictos son denunciables porque están llenos de intereses y que tenemos un mundo de alternativas viable que permitiría que viviésemos todos y todas de otro modo (y que no necesitásemos tres planetas si todos queremos un bienestar a nivel de la media de vida de una persona europea). Pero la coherencia, la humildad, el apoyo mutuo y la responsabilidad escasean en un mundo donde las coordenadas parece que se conjuguen en otras direcciones: las de unos poderes fácticos y bajo el control de los más fuertes que han creado unas relaciones internacionales basadas en las ganancias y las pérdidas. Y es que siempre pierden, y mucho, los mismos. ¿Cómo puede ser que las veinte grandes riquezas del mundo ostenten todo el patrimonio de todas las mujeres del planeta? ¿O que el gasto militar mundial sea 40 veces superior al dinero necesario para erradicar el hambre en el mundo? E incluso así, siempre nos queda una ventana por abrir: se llama esperanza, “aquella a la que estamos obligados”, que nos decía y nos ha dejado dicho Arcadi, y que es motor y palanca hacia la acción. Una acción que nos lleve hacia un mundo más digno. Y más humano y habitable.
Oliveres es el activista pacifista que se atrevió a decir, en voz alta y sin tapujos, que el sistema capitalista “es un sistema criminal y asesino que hay que destruir”.
Cómo funciona (o cómo no funciona) este mundo
Paraules d’Arcadi es su último libro, que he tenido el privilegio de editar. Un compendio de conceptos para entender mejor cómo funciona (o cómo no funciona) este mundo, y en el que este economista altermundista y referente de los movimientos sociales, que deja toda una estela de arcadistas y seguidores de su lucha, repasa aquello que lo ha guiado en su posicionamiento para entender cómo hemos llegado hasta aquí, o, como dice el subtítulo, qué hemos aprendido del mundo y cómo podemos actuar. Si es que aún estamos a tiempo. Un libro en el que se habla de democracia, refugiados y migraciones, cambio climático, capitalismo, armamentismo, pandemias, populismos, libertad, política y movimientos sociales..., en un vaivén que fluctúa entre lo que nos oprime y todo lo que aún queda por hacer, que serían las grietas de las que brotan las alternativas. Hombre de paz y referente también en tantas luchas históricas, su compromiso ha sido el de plantearnos preguntas, hacernos pensar y darnos respuestas para construir ese “otro mundo posible” que pregonó y practicó, siempre desde una bondad... muy rebelde.
Figura de consenso, decía que la economía, como ciencia social, le había enseñado sobre todo a buscar un equilibrio basado en la justicia social, o, mejor dicho, en la justicia global, porque con él tantos y tantas aprendimos que todo estaba interconectado y que todos nuestros (pequeños) actos tienen sus consecuencias. El suyo también es un legado para futuras generaciones, ahora que parte de sus charlas ya las daba en escuelas e institutos, insistiendo cada vez más en el punto esencial que para él permitiría el cambio: la educación. En valores, claro.
Y tal como nos ha enseñado a vivir, con su discurso y su posicionamiento, nos ha enseñado también, en sus últimos días, a morir. Morir de manera digna y con agradecimiento por todo lo vivido, compartido y aprendido. Decía que si había sido un maestro para tantas personas era precisamente porque había sido un buen alumno. Ahora nos quedan sus Paraules, un testamento para seguir su lucha. Que ya es la de muchas (y tantas) personas.
Paraules d’Arcadi. Què hem après del món i com podem actuar.
Arcadi Oliveres
Angle Editorial
170 páginas
Barcelona, 2021
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