Barcelona Metropolis

El valor añadido del sector de la información y las comunicaciones, que incluye las TIC, no deja de crecer, al igual que su peso relativo sobre el conjunto de la economía local, de la que es ya un componente importante.

Tras la pandemia se ha acelerado la contratación de profesionales digitales, que ya son casi 100.000 en Barcelona. En 2021, dos de cada diez ofertas de empleo fueron digitales. El perfil más solicitado es el de desarrollador web. En tecnologías emergentes destaca la demanda de especialistas en internet de las cosas (IoT).

La abundancia de centros y el reconocido nivel de la enseñanza tecnológica y científica, especialmente en las universidades públicas, es una de las fortalezas de Barcelona. La UPC ejerce como líder tanto en tecnologías consolidadas como en emergentes (las más innovadoras y que no han alcanzado su madurez).

Barcelona no solo crea talento, sino que lo capta. También atrae a inversores de todas partes: de los proyectos aterrizados en 2022 de la mano del Ayuntamiento de Barcelona, el 60% provenía de fuera de la Unión Europea. La cantidad de start-ups (empresas de nueva creación con grandes posibilidades de crecimiento) se ha disparado un 86% desde 2016. En toda Cataluña, el 86,7% de las start-ups se localiza en el Área Metropolitana de Barcelona.

Las mujeres representan un tercio del empleo en el sector TIC, al igual que en la industria y muy por debajo de sectores punteros como la salud y las actividades creativas. Barcelona queda en mejor posición en la comparación con nueve ciudades europeas competidoras. La brecha salarial en el sector tecnológico se va reduciendo y se sitúa ya a mitad de la media en el municipio.

El emprendimiento es clave en el impulso de la economía digital. Y en el índice de actividad emprendedora o TEA (porcentaje de población de 18 a 64 años implicada en un negocio de menos de 3,5 años de vida), Barcelona y Cataluña están al frente en el Estado y por encima de la media europea. Sant Martí (sede del 22@) es el distrito líder.

Barcelona concentra 96 centros de desarrollo tecnológico globales de empresas tan potentes como HP, Nestlé, Pepsico o Bayer. Su impacto económico asciende a 1.400 millones de euros y emplean a unas 15.000 personas, de las que el 35% serían catalogables como nómadas digitales. La atracción de estos centros a un territorio se considera estratégica, dado su impacto positivo en ámbitos como la captación de talento local e internacional altamente especializado, la dinamización de la economía y de los prestamistas de servicios locales u otros efectos intangibles, como la importación de conocimiento asociado a la innovación y la digitalización.

La investigación avanza más con equipamientos como MareNostrum, uno de los superordenadores más potentes de Europa. Desde su puesta en marcha en 2005 (entonces era la versión 1), se ha utilizado para ejecutar análisis de datos masivos en prácticamente todas las disciplinas científicas, desde la astrofísica hasta la física de materiales, pasando por la biomedicina, la ingeniería y la industria.

Desde 2017 Barcelona sale en las listas de ciudades innovadoras y referentes en tecnología. El objetivo declarado del sector es convertirse en un pilar económico de la ciudad en el horizonte 2030.