Al rescate de la cultura
- Pliego de cultura
- Sep 21
- 2 mins
La cultura ha sido uno de los sectores más castigados por la pandemia. De esta crisis los artistas han aprendido en sus carnes una lección dolorosa, y es que es imposible crear cuando el hambre aprieta. Hoy, más que nunca, es necesaria una apuesta decidida por la cultura y la creación desde las administraciones.
La cultura ha sido uno de los sectores más castigados por la pandemia. De esta crisis los artistas han aprendido en sus carnes una lección dolorosa, y es que es imposible crear cuando el hambre aprieta. También han aprendido que, si el ecosistema cultural colapsa y caen las exigencias del mercado, el creador compone, escribe o pinta con una incertidumbre total, pero también desde la gratuidad más absoluta. Al fin y al cabo, la belleza no acepta condiciones ni se doblega con servidumbres ideológicas. El tiempo dirá qué obras han germinado en esta intemperie, en que la belleza habrá sido el único baluarte.
Dicho esto, no podemos pedir a artistas y trabajadores culturales los mismos sacrificios que tuvieron que hacer a raíz de la crisis del 2008, que obligó a los creadores a hacer equilibrios sobre la cuerda floja, sin red, perdiendo el sueño y el dinero para poder sacar adelante sus proyectos. Hoy, más que nunca, es necesaria una apuesta decidida por la cultura y la creación desde las administraciones. El pacto cultural que se ha gestado en el Ayuntamiento de Barcelona y el incremento de presupuesto de Cultura de la Generalitat deben traducirse en un apoyo real a un sector depauperado pero imprescindible para reconstruir la economía y el bienestar emocional de la ciudad. Ahora que el debate sobre el Hermitage confronta modelos distintos de ciudad en la confluencia entre cultura y turismo, conviene tener presente que la recuperación de Barcelona pasa por el amor propio y el impulso de sus creadores.
Del número
N119 - Sep 21 Índice
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