Ya se ha ejecutado casi la mitad del presupuesto asignado a los proyectos, que tienen el objetivo común de avanzar hacia una ciudad más humana, competitiva y adaptada a los nuevos retos ecológicos y tecnológicos.

En conjunto, el impulso a la movilidad sostenible, la regeneración del espacio público y las acciones orientadas al vehículo eléctrico suman más de 100 millones de euros de inversión, que han permitido multiplicar los puntos de recarga eléctrica, añadir 8 instalaciones de placas fotovoltaicas, pacificar calles o ampliar en 28 los kilómetros de carriles bici.

El programa de ayudas a la rehabilitación y regeneración urbana, destinado a la mejora de las viviendas, se ha dotado con 68 millones de euros. También se han llevado a cabo proyectos sociales, como la financiación de cinco nuevas escoles bressol.

Se ha apostado por la revitalización económica de mercados y comercios de proximidad, por crear empleo de calidad y por digitalizar la Administración, con una inversión de cerca de 20 millones de euros.

Aun así, en Barcelona el impacto de los fondos Next Generation EU ha sido mucho más amplio, dado que el conjunto de entes públicos y privados de Barcelona han atraído 2.000 millones de euros de financiación para proyectos desarrollados en la ciudad.