Las 78 operaciones corresponden a 55 locales comerciales, 13 fincas, algunas tan singulares como El Molino o la sede de la Editorial Gustavo Gili, y 13 edificios enteros, con un total de 369 viviendas. La suma de locales comerciales, fincas y edificios enteros es de 81, y el diferencial se debe al hecho de que en una de las operaciones se adquirieron cuatro edificios.

En el balance del programa que ha elaborado la Dirección de Patrimonio también se destaca que se han priorizado tres políticas públicas concretas:

• El incremento del parque público de vivienda, con cuatro objetivos: generar vivienda asequible repartida por la ciudad, mejorar el estado de viviendas y fincas, luchar contra la gentrificación y acelerar el ritmo de ampliación del parque asequible. Se ha utilizado el sistema de tanteo, por lo que el precio de compra final ha terminado siendo más bajo que el de las otras líneas, concretamente un 28 % menos.
• La activación económica. Se han adquirido locales en planta baja para reactivar el comercio de proximidad, así como naves industriales para impulsar la economía circular y sostenible y acelerar el proceso de transformación digital y transición energética de pequeñas y medianas empresas industriales.
• La recuperación de activos inmobiliarios de especial interés y relevancia cultural, histórica o social, ya sea como futuros equipamientos o como espacios para diferentes servicios municipales. También es la política con un porcentaje más alto de ejecución, un 122 %.

Adquisiciones repartidas por la ciudad

Una de las premisas del programa tenía que ser también diseñar parámetros y criterios de compra que evitaran la concentración de las adquisiciones en una zona o territorio concreto de la ciudad, un hecho que se ha conseguido, como demuestra el análisis de la distribución por políticas y distritos.

En cuanto al parque público de vivienda, la mitad de las adquisiciones y de la inversión corresponde a L’Eixample. Respecto a la activación económica, el número más alto de adquisiciones ha sido en Les Corts, si bien la inversión más importante ha sido en Ciutat Vella y en Sant Andreu, ya que la adquisición de naves industriales se ha concentrado en la zona del Besòs. Finalmente, la inversión más elevada respecto a la recuperación de activos inmobiliarios corresponde a Ciutat Vella y L’Eixample.