En total se han impulsado cerca de 500 actuaciones, algunas de las más destacadas son las de la Marina del Prat Vermell (2,8 hectáreas), la Colònia Castells (0,9 hectáreas), los ejes verdes (0,9 hectáreas), Pi i Margall (0,36 hectáreas), la Sagrera (1,3 hectáreas), la Meridiana (0,28 hectáreas), el puente de Sant Martí (1,8 hectáreas) y la plaza de la Primavera (0,98 hectáreas).

También se ha hecho una plantación masiva de 8.000 árboles con el objetivo de reducir el número de alcorques vacíos en la ciudad y, desde el 2019, cerca de un centenar de árboles han pasado a ser protegidos y se han incorporado al Catálogo de árboles de interés local de Barcelona.

Paralelamente al impulso del verde, se ha incrementado en más de 220 personas la plantilla de jardineras y jardineros de Parques y Jardines de Barcelona. Actualmente trabajan en tareas de mantenimiento de los espacios verdes más de 600 profesionales.

Todas estas actuaciones se enmarcan en el despliegue de una gestión ecológica del verde y de la naturalización de zonas concretas para fomentar y preservar la biodiversidad en la ciudad, el uso sostenible de los recursos, la protección del patrimonio natural y del medio ambiente y la salud de la ciudadanía. En esta línea, se quieren crear más refugios de biodiversidad, espacios donde se aplican medidas específicas de protección de la flora como hábitat indispensable para la fauna que los habita, como los que ya hay, por ejemplo, en el parque de Diagonal Mar, en el parque de Joan Miró y en los jardines de Valent Petit.

Además, se han hecho actuaciones de rehabilitación integral, como las de la plaza de armas del parque de la Ciutadella, el parque de la Oreneta y la rosaleda de Cervantes, y hay otras en marcha, como las del invernadero del parque de la Ciutadella y el Palau del Marquès d’Alfarràs.