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Una introducción a 'Tirant lo Blanc' con Màrius Serra
Por Andreu Gomila
Han pasado ya más de cinco siglos desde que se publicó 'Tirant lo Blanc', pero la novela de Joanot Martorell todavía nos interpela. En este Grec llega al Romea un montaje dirigido por Joan Arqué con dramaturgia de Màrius Serra, quien hace unos años trasladó al catalán actual este clásico europeo del siglo XV. Entramos en la obra de su mano.
Tu versión
“Yo había leído el 'Tirant' en 1991. Eliseu Climent, en el marco de los quinientos años de su publicación, llevó a cabo una operación importante. En la revista El Temps, Sento publicó un cómic maravilloso en fascículos. Quiso que Jaume Fuster crease una historieta y que yo, el chico de los enigmas, me inventase una especie de acertijos al final que estuvieran relacionados con ella. Me leí la edición de Martí de Riquer y quedé maravillado. Con los años, me llegó la propuesta de Proa, con precedentes como 'El Quijote' en castellano actual o 'Los cuentos de Canterbury' en inglés moderno. Fue como hacer un curso universitario acelerado de novela.”
Los retos de la escritura
“Los hay de muchos tipos. El más difícil de todos es el sintáctico. Podría parecer que es el léxico, pero tú coges 'L’arnès del cavaller', de Martí de Riquer, y ahí ya tienes todas las armas descritas y puedes buscar equivalentes. Es aplicar el sentido común. Por ejemplo: en la Edad Media, arnés quería decir ‘armadura’, pero, si le dices arnés a un lector contemporáneo, lo primero que le viene a la cabeza es un bombero colgado de una fachada o un deportista. En cambio, si dices armadura, ya lo tienes. Pero la sintaxis es otra cosa: los ‘tirantistas’ hablan de la prosa retórica valenciana y luego está toda la parte diplomática, que es muy rica y muy farragosa y que puede expulsar al lector actual. Las escenas de acción son tan potentes que, con unos cuantos ajustes, funcionan muy bien. Y las eróticas son de una viveza y riqueza muy colorida.”
"Se considera un paso clave: el primer paso hacia un humanismo que la literatura explora a partir del Renacimiento"
'Tirant lo Blanc' en la literatura europea
“Representa un cambio muy radical entre el romance y lo que será la novela. En el canon, reforzado por lecturas de muchas culturas ajenas y partiendo del hilo de que Cervantes lo salva diciendo que ‘es el mejor libro del mundo’, se argumenta que, por primera vez, un héroe épico empieza a mostrar sus debilidades y, más allá de sus peripecias, podemos observar una especie de protopsicología de los personajes. Por lo tanto, se considera un paso clave: el primer paso hacia un humanismo que la literatura explora a partir del Renacimiento. Harold Bloom, Vargas Llosa, Dámaso Alonso y toda la Renaixença catalana, con Marian Aguiló al frente, consideran el 'Tirant lo Blanc' como un monumento literario.”
Las pulsiones
“Se dice que es un clásico porque mantiene dos grandes pulsiones: por un lado, la íntima, el enamoramiento difícil entre un extranjero, Tirant, y la hija del emperador, Carmesina; y, por otro, la lucha de civilizaciones entre el islam y la cristiandad.”
"El personaje clave en la historia de amor es Plaerdemavida. Es una doncella hija de nobles, es alguien que no sabe nadar, pero que te enseñará a hacerlo"
Los personajes
“Aquí, el personaje clave en la historia de amor es Plaerdemavida. Es una doncella hija de nobles, es alguien que no sabe nadar, pero que te enseñará a hacerlo. No tiene experiencia amorosa: Hipólito no le hace caso, podría incluso ser virgen... Sin embargo, es la alcahueta, la celestina. La Viuda Reposada es la antagonista necesaria, protagonista de una traición que en la novela puede pasar desapercibida, pero que a mí me parece clave para poner en marcha una versión dramatúrgica: el engaño que urde para hacer creer a Tirant que Carmesina lo engaña con el jardinero negro, Lauseta. Hace que Tirant lo observe todo desde una sala de espejos y genera la fuerza de la novela, puesto que provoca la huida de Tirant, que acaba en el naufragio y su llegada a las costas del norte de África y su posterior retorno triunfal con la cristianización exprés de todos los musulmanes que se encuentra por el camino. Es un personaje muy necesario, aunque hace de mala. Quiere a Tirant para ella.
El elenco es muy amplio. El primer fallecido, el señor de las Vilesermes, es importante. Tirant lo mata en su primer duelo. Y lo mata solo porque le ha quitado un colgante a Agnès, hija del duque de Berrí, de forma audaz y, por tanto, le ha tocado los pechos. Aquí comienza una carrera… El propio Guillem de Varoïc forma parte de una especie de precuela que empieza en Inglaterra: él es quien arma a Tirant como caballero. Para la versión teatral he tenido que hacer una selección de personajes radicalísima.
En Constantinopla, aparte del emperador y la emperatriz, está Hipólito, que constituye una especie de trama secundaria: Joanot Martorell lo transforma en una especie de gigoló porque el emperador está viejo y la emperatriz le pone el ojo encima. Es un lugarteniente de Tirant que terminará siendo el nuevo emperador en una maniobra de la élite bretona que ha llegado con Tirant para hacerse con el poder.”
"También es la primera vez, como recuerda el medievalista Joan Santanach, que un personaje dice ‘no es no’"
El sexo
“El sexo es idiosincrático de la novela. Es osado, mediterráneo, hay voyerismo, hay un triángulo... Tiene la importancia que debe tener. También aparece todo el tema del consentimiento y la historia más dura, una violación en toda regla, que no sale en la obra porque esos personajes no aparecen en la versión teatral. Sí que ponemos énfasis en el triángulo Tirant-Carmesina-Plaerdemavida. El tratamiento escénico de este episodio es maravilloso. Hay un par de escenas eróticas más subidas de tono... También es la primera vez, como recuerda el medievalista Joan Santanach, que un personaje dice ‘no es no’. Todo el proceso de seducción está muy bien tratado.”
El paso al teatro
“Ha sido un proceso muy bonito. Para mí, la traición y el naufragio posterior tienen una fuerza muy grande y quise centrarme en eso, sin olvidar los episodios previos mediante saltos atrás, pero poniendo más el foco en la parte final. Yo tenía una idea que era colocar a un grupo de jóvenes que jugaban a rol en el juego del 'Tirant lo Blanc', con una maestra motivada. Empezamos a trabajar con eso. Las personas que miraban el espectáculo desde fuera estaban muy interesadas en el choque de civilizaciones. La gran duda era: ¿estamos haciendo el 'Tirant' o qué estamos haciendo? Me fueron poniendo retos hasta que encontré unas escenas declamatorias en las que los personajes, sin salir de su papel, valoran de forma breve o descriptiva los puntos de vista. Al ir avanzando la obra, esto permite que el punto de vista se desplace temporalmente. Respetamos el clásico al máximo, pero no podemos obviar la mirada actual. No es teatro histórico sino teatro contemporáneo.”
"Los referentes de Shakespeare son los mismos que los de Martorell, que era un hombre con mucha cultura literaria"
Shakespeare
“Entre otras cosas, los referentes de Shakespeare son los mismos que los de Martorell, que era un hombre con mucha cultura literaria. La novela es un name dropping interminable. El gran reto era cómo se podía combinar la acción con la motivación de la acción. La construcción del código de caballería es el embrión de lo que posteriormente se considera el honor en el mundo occidental y que Shakespeare exploró más tarde.”
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