Por Andreu Gomila

El público de Barcelona tiene todavía fresca en la memoria la Yerma que María Hervás interpretó en el Teatre Lliure. Su personaje fue de los que dejan huella. La popular actriz madrileña es, sin duda, una de las mejores de su generación. Y es capaz de asumir retos como el del Grec 2024, en el que estará 24 horas subida a un escenario dando vida a Virginia, que las directoras Anna Breckon y Nat Randall han transformado en un flujo de 24 horas para una sola actriz bajo el título de 'The second woman'. Hervás empezará la función a las 6 de la tarde del 6 de julio y la finalizará al día siguiente a la misma hora.

¿Cuál es el principal reto de hacer 'The second woman'?
Creo que es un desafío único para mi cuerpo, mi alerta actoral, mis recursos escénicos… No existen muchas posibilidades de ponerse una a prueba de esta manera, ni de experimentar cómo se reacciona ante cien compañeros distintos con los que nunca has ensayado y que en su mayoría no son profesionales. Una de mis mayores preocupaciones es mantener al público enganchado a este laboratorio.

¿Dijiste que sí en seguida cuando te lo propusieron?
Realmente encontré yo el proyecto y se lo propuse a Domènech, de Bitò Produccions, con el que llevaba tiempo queriendo trabajar. Sabía que era muy difícil financiar una locura de esta magnitud pero, casualidades de la vida, Cesc Casadesús, director del Grec, llamó la misma tarde a Domènech: quería montar 'The second woman' y que él lo coprodujera. Nos pareció un guiño del destino.

¿Qué sientes durante los ensayos? ¿Cómo cambiará la escena cuando tengas a un hombre diferente enfrente?
En los ensayos, aparte de trabajar con un compañero actor con el que hemos probado distintas opciones, también han intervenido hombres desconocidos, no profesionales, para ir testando la experiencia. Las directoras, Anna y Nat, son muy exigentes y detallistas; saben bien lo que quieren y ha sido un reto entender la mezcla de lenguajes en los que se mueve la pieza. Tiene un fondo de experimento sociológico centrado en las relaciones de poder, pero también de ejercicio expresionista, de ensayo sobre los vínculos, de teoría de género… Es una escena aparentemente sencilla que abarca muchas dimensiones de significado, sobre todo a través de la repetición.

¿Crees que vas a tener que usar todo lo que has aprendido como actriz hasta ahora?
Ni siquiera sabría decirte qué significa ese “todo”. Creo que, como en cualquier arte, al final todo consiste en estar provisto de la mayor cantidad de herramientas posibles no tanto para usarlas todas, sino para saber cuál de ellas necesitas usar. La maestría consiste en eso. Las directoras insisten mucho en que yo no proponga las acciones, sino que me limite a responder a las propuestas de ellos.

"Será el público, a base de ver cómo voy reaccionando a las diferentes propuestas, el que extraiga unos posibles rasgos de carácter de Virginia y no al revés"

¿Has visto alguna función de 'The second woman' hecha en otras ciudades?
He visto algún vídeo promocional, pero no mucho más.

¿Virginia se parece a algo que hayas hecho antes, a algún personaje?
Diría que no. Además, no estamos creando un personaje ni definiendo una manera de ser de Virginia. Por otro lado, creo que la construcción del “yo” se acerca más a esto. Es decir, será el público, a base de ver cómo voy reaccionando a las diferentes propuestas, el que extraiga unos posibles rasgos de carácter de Virginia y no al revés. Creo que hasta que no terminen las 24 horas ni siquiera yo puedo deciros cómo es este personaje.

¿Te gusta Cassavetes?
Me encanta cómo dirigía a los actores, lo orgánicas que son sus escenas, la verdad de los rostros de todos ellos, las acciones cotidianas que reflejan. Cassavetes era un loco de la verdad, entendida como la representación lo más fiel posible del comportamiento humano. Eso requiere mucho ensayo, mucha observación y mucho compromiso actoral. No es tan normal, a día de hoy, encontrar a directores que pongan el foco en eso. Me da la sensación de que tendemos más al efectismo, a la solución rápida, al fingimiento. Aquella época fue dorada en el respeto al arte de la interpretación, y es parte de lo que me hizo dedicarme a esto.

¿Qué otra película suya harías?
Estudiando interpretación, recuerdo haber visto por primera vez una película de Cassavetes. Fue 'A woman under the influence', e inmediatamente Gena Rowlands se convirtió en una de mis actrices favoritas. Tuve el cartel de la peli durante muchos años colgado en mi pared. Ella me inspira mucho.

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