Blog
Borja Sitjà: analisis, exportación y Francia
Por Andreu Gomila
Borja Sitjà lleva cinco años dirigiendo el Théâtre de l'Archipel de Perpiñán, uno de los más de 70 teatros nacionales que hay en Francia. Antes, había sido director del Grec de 2000 a 2006, director del área de creación del Institut Ramon Llull de 2006 a 2010 y director de La Villarroel y el Romea. De 1990 a 1996, fue la mano derecha de Lluís Pasqual en el Théâtre de l'Odéon parisino. Por tanto, es un extraordinario conocedor del mundo teatral francófono y del catalán, puente entre dos realidades que nada tienen que ver y un gestor con un ojo muy fino a la hora de detectar el talento.
LAS ARTES ESCÉNICAS CATALANAS VISTAS DESDE FRANCIA
Para Sitjà, el teatro catalán tiene, en Francia, “un problema de identificación”, debido sobre todo a que el teatro de texto no viaja mucho en la actualidad, a diferencia de lo que ocurrió a primeros del siglo XXI gracias a la compañía Romea de Calixto Bieito y al Teatre Lliure de Àlex Rigola. Ahora, explica, lo que ultrapasa los Pirineos es el “no texto”, es decir, las propuestas de danza, de circo y las que no tienen el texto como eje central. Pone los ejemplos de la Agrupación Señor Serrano, Mal Pelo y El Conde de Torrefiel. Sitjà, además, cree que no se ha apostado demasiado por la gente joven y cita explícitamente el dúo formado por Nao Albet y Marcel Borràs. Tuvo en Perpiñán a 'Los esqueiters' (Temporada Alta 2014, Grec 2015) y dice que quiere hacer pronto 'Falsestuff' (Grec 2018).
"¿Qué modelo hay?", se pregunta refiriéndose a la arquitectura teatral catalana y española. Y responde él mismo: "Es difícil de explicar porque no lo hay". Y lamenta que en los años 80 y más adelante no se haya construido este modelo, que podría haber seguido cualquiera de los existentes en Europa: el alemán, que se mueve poco fuera pero que apuesta por que haya teatros en todas las poblaciones pequeñas; el francés, que es "más receptor que exportador"; el belga, “multidisciplinar”...
EVOLUCIÓN DEL TEATRO CATALÁN
El actual director del Théâtre de l'Archipel cree que el paso hacia la multidisciplinariedad del teatro catalán de los últimos años es muy positiva y que hay “muchos valores seguros, solidísimos”. Y vuelve a citar los casos de Albet y Borràs, "electrones libres con muchas cosas que decir". Cree, sin embargo, que "hay mucho humo" y que las compañías "no han sido muy apoyadas" ni por los teatros ni por las instituciones.
MÁS PRESENCIA EN FRANCIA
"Hay artistas y compañías que tienen mucha presencia en Francia, pero faltan ayudas de la parte catalana", afirma Sitjà. Pone el ejemplo de los Mal Pelo de Maria Muñoz y Pep Ramis. "Aquí, en el Archipel, he programado su integral de Bach y no me ha ayudado nadie", recalca.
Cree que hay problemas de comunicación, que se invita poco, sobre todo desde los teatros, públicos y privados, a programadores de fuera a conocer lo que hacen. "Los festivales sí que lo hacen", remarca. "Es necesaria una mirada de verdad sobre qué hacer con las artes escénicas fuera de Cataluña", dice. “¿Por qué el Nacional, La Calórica, Romea, La Villarroel, no giran?”, se pregunta. No sabe la respuesta. Pero en los últimos años ha visto cómo Azkona&Toloza estallaban en Europa después de pasar por el Théâtre de la Ville de París. Tras el 'Sonoma' de La Veronal en el Festival de Aviñón, cree que ahora será el turno de la compañía de Marcos Morau.
LO QUE INTERESA EN LOS TEATROS FRANCESES
No hay un patrón, una línea que determine cuál es el teatro que interesa a las 72 escenas nacionales francesas. "Depende del teatro", dice Sitjà. En Perpiñán, él ha programado desde Escarlata Circus a Agrupación Señor Serrano. Lo que sí tiene claro es que "estamos haciendo espectáculo polacos, del mismo nivel". Y que existe una gran demanda de textos contemporáneos, que en Cataluña se están produciendo en masa. "Las compañías deberían tener, todas, personal que pudiera ocuparse de dar una salida internacional a sus espectáculos", recomienda.
QUÉ DEBEMOS CONOCER DE FRANCIA QUE NO CONOCEMOS
Ante todo, Sitjà cree que no conocemos demasiado la programación i de los teatros públicos franceses, con artistas de primer nivel que levantan espectáculos familiares. Y habla de, por ejemplo, Tiago Rodrigues (director del Festival de Aviñón) o David Lescot (artista asociado del Théâtre de la Ville de París). "Aquí hacemos 10-14 espectáculos para niños cada año", afirma.
Respecto al teatro para adultos, Sitjà menciona a Bruno Geslin, cuyo gran éxito es 'Chroma', una pieza creada a partir de las experiencias con el color del artista inglés Derek Jarman. Otro monstruo del teatro del Hexágono que no conocemos es Sylvain Creuzevault, más joven que Geslin (tiene 39 años), y que acaba de maravillar al Odéon parisino con una versión de 'Los hermanos Karamazov' de Dostoyevski.
La directora y dramaturga Tiphanie Raffier, también en la treintena, es otro nombre a seguir. Estrena pronto en Marsella 'La réponse des Hommes' y su gran éxito, por ahora, es 'La chanson'. Sitjà no se olvida del 'enfant terrible' de la escena francesa, Julien Gosselin, conocido por puestas en escena maratonianas de novelas contemporáneas. Ha adaptado a Roberto Bolaño, Michel Houellebecq, Don DeLillo... Y por último, Sitjà hace referencia a Jean Bellorini, director actual del Théâtre National Populaire de Villeurbanne, una de las grandes instituciones teatrales francesas, y uno de los directores franceses con mayor proyección en Europa.
SIGUE LEYENDO: Héroes y heroínas de los festivales europeos. Los 10 artistas del momento