spectra [barcelona]

La luz blanca es una de las formas más puras de transformación de la electricidad. Vemos la energía en estado puro. Un total de 64 potentes aparatos proyectan verticalmente la luz hacia el cielo. La escultura de luz se puede ver desde toda la ciudad, su iluminación cambia constantemente al paso de las nubes. Cuando los visitantes se acercan, reciben en sus ojos información del color de manera intensa e instantánea, de forma que cuando se enfrentan cara a cara a su resplandor extremo, la instalación se hace casi invisible. En la base de la escultura, los visitantes pueden pasearse entre la red de luz, que está cruzada por ondas senoidales. Estas ondas son ultrapuras y forman patrones sonoros invisibles, cuya fuente es indescifrable para el oído. Las ondas senoidales emitidas interfieren entre sí cuando los visitantes caminan a través de la red, y causan sutiles oscilaciones en el oído de cada uno. De esta manera, se crea un resultado musical diferente para cada persona según se va moviendo por el espacio, que ofrece una experiencia única y completamente personal. Además, por la noche, Ryoji Ikeda, que el año pasado ya presentó con gran éxito su proyecto Datamatics en el festival, ofrecerá dos representaciones de su último trabajo audiovisual, test pattern [live set], en los jardines del Teatre Grec. Mediante un programa de ordenador que trabaja en tiempo real, test pattern convierte el patrón de señales de audio producido por Ikeda en patrones de códigos de barras que se ven en una pantalla y que flotan y se convulsionan en la oscuridad, al ritmo de una potente y extremamente sincronizada banda sonora. Las imágenes se mueven a una velocidad ultrarrápida, a centenares de fotogramas por segundo, de manera que este trabajo es tanto una prueba del rendimiento de los aparatos mecánicos de audio y vídeo como un test de la capacidad de respuesta de los propios espectadores a las percepciones.