El origen de todo está en Réquiem, una coreografía creada por Silvia Batet en el 2020 como trabajo final del Grado en Coreografía y que hablaba sobre el duelo. Allí empleaba ya el giro, una manera de permanecer en el mismo lugar sin renunciar al movimiento, como hacen esos derviches giróvagos que apelan a la divinidad trazando unos círculos infinitos. De esta imagen, Silvia Batet incorpora los largos trajes hasta los pies que visten estos religiosos sufíes, con los cuales crea imágenes de gran belleza. La coreógrafa y su cuerpo de baile han seguido trabajando el concepto del giro, pero también han explorado el desplazamiento a través del espacio, de forma parecida a como lo hacen las bailarinas de la beriozka, una danza tradicional rusa en la cual las bailarinas evolucionan de tal manera que parece que ni siquiera toquen el suelo. Con todos estos elementos, esta coreografía nos sugiere un espacio mental de recuerdo, de esos momentos que visitamos y revisitamos en la memoria en un círculo infinito; o, quizás, los siete círculos ascendentes del purgatorio que Dante retrata en la Divina comedia, otra de las fuentes de inspiración de este espectáculo. Ese purgatorio clásico sería el lugar de transición por antonomasia, condicionado por la idea del círculo, por el eterno vagar de los cuerpos en el espacio, como si en el hecho de desplazarse a través del espacio hubiera, en último término, un dejarse ir, una renuncia a todo aquello que nos ata al sufrimiento: recuerdos, deseos, identidad... Y es que quizás el más allá y el olvido sean, de hecho, una misma cosa. Un imaginario onírico sirve de escenario a esta propuesta, que busca el recuerdo del cuerpo que ya no está en un trayecto que va del cuerpo físico a la imagen que tenemos del cuerpo, de la imagen al recuerdo de la imagen y del recuerdo de la imagen a la fantasía, todo ello rodeado por una especie de niebla en la cual acaba por difuminarse el recuerdo real.
Silvia Batet, autora de esta coreografía, es diplomada en el Grado Profesional en Danza Clásica por la Escuela de Danza Mari Cruz Alcalá, y ha cursado el Grado Superior en Coreografía por el Institut del Teatre de Barcelona. Sus coreografías se han podido ver en encuentros y certámenes nacionales como Russafa Escènica (Valencia), Ellas Crean (Madrid), Gracias X Favor (Santander), L’Estació Escènika (Barcelona), o bien el Certamen Coreográfico de Madrid (2017, 2018 y 2020), donde obtuvo una beca danceWEB para el programa de entrenamiento de cinco semanas que se imparte coincidiendo con el festival ImPulsTanz de Viena. Además, ha trabajado con La Fura dels Baus y ha sido residente de centros de creación coreográfica e investigación del movimiento como La Caldera Les Corts y La Visiva, ambos en Barcelona.
Una coproducción del Grec 2021 Festival de Barcelona y el Institut del Teatre.
Oblivion fue la pieza ganadora del Premio de Danza del Institut del Teatre 2020.
Coreografía y dirección: Silvia Batet Interpretación: Marta García, Vera Palomino, Raquel Romero, Anna Serra, Pere Seda Música: Sergi Puig Edición musical: Jose González Escenografía e iluminación: Carles Borràs, Sergio Roca Vestuario: Marta Mas Soldevila Confección de las faldas: Anna Whirling Producción: Anastàtica Cultural Mirada externa: Anna Rubirola