A pesar de su popularidad de hace unas décadas, actualmente la fantasía épica breve está muy poco representada en la narrativa corta, a diferencia de lo que sucede con las sagas de novelas. Parece que la literatura contemporánea ha olvidado que maestros de la fantasía épica como Tolkien también trabajaron el género en formatos más breves, como la magistral cosmogonía Ainulindalë. De hecho, el olvido que sufre la narrativa breve ha provocado que muchos lectores y lectoras no lleguen a descubrir textos de calidad aparecidos en recopilaciones de relatos, aunque hayan sido escritos por autores canónicos como Rafael Sánchez Ferlosio, José Ángel Valente, Méndez Ferrín, González-Quevedo o Sánchez-Piñol, entre otros. El experto en fantasía épica y doctor en Filología Mariano Martín Rodríguez reivindica la importancia de este género a través de ejemplos clásicos y contemporáneos en catalán, asturiano, gallego, portugués y castellano. Es, sin duda, una hazaña necesaria y una forma diferente de celebrar el 50.º aniversario de la muerte de J. R. R. Tolkien, referente indiscutible del género.