INTRODUCCIÓN

La escuela se mueve es un proceso de investigación colectiva protagonizada por el alumnado de tercero y cuarto de la Escuela Can Fabra, y que tiene como objeto de estudio, precisamente, la propia institución escolar. A su vez, propone utilizar el centro de arte como una extensión de la propia escuela donde experimentar otras formas de aprender.

Estos objetivos se basan en que, por un lado, la escuela se hallaba en un proceso de transición entre los barracones que hasta ahora había ocupado y el nuevo edificio estrenado en el curso 2016-2017, tras una campaña de movilización de la comunidad educativa para forzar la finalización de las obras; y, por otro, en el hecho ineludible de que la escuela se encuentra muy cerca del centro de arte, en el mismo recinto industrial de la Fabra i Coats. Para el equipo docente, el traslado a un nuevo edificio ha supuesto un detonante para plantearse el modo en que los espacios condicionan nuestras formas de aprender, y cómo decidir e intervenir desde la comunidad educativa en la construcción de la nueva escuela.

MANERAS DE HACER

Desde el inicio, el proyecto se plantea como un proceso colectivo en el cual la participación en la toma de decisiones y la definición de las metodologías del equipo docente de la escuela son fundamentales. De entrada, proponemos trabajar en torno al cambio de edificio como pretexto para reflexionar sobre qué escuela queremos, cómo es la escuela actual y qué deseos proyecta el alumnado sobre el nuevo edificio.

El equipo docente expresa su voluntad de incluir en el proyecto el mayor número posible de grupos. Dado que el proyecto se plantea como un proceso a largo plazo y no como una actividad puntual que repetirían los distintos grupos, proponemos desarrollar un proceso de investigación acumulativo en el cual cada grupo participante retoma la investigación en el punto en que la ha dejado el grupo anterior.

LA INVESTIGACIÓN

Tal como se ha dicho, la investigación parte de diversas preguntas: ¿cómo es la escuela actual? ¿Cómo se querría que fuese la nueva escuela? ¿Cuál es la memoria de las maneras de hacer que se desean preservar y reactivar en el nuevo edificio?

Estas preguntas definen distintos tipos de acciones:

Investigación sobre la escuela actual

La investigación sobre la escuela actual se despliega en la exploración de sus espacios y de las personas que la habitan, y se concreta en el uso de la fotografía, el dibujo y el registro sonoro, y en entrevistas a maestros y personal no docente. Estas herramientas no solo construyen con imágenes y sonidos un paisaje del centro, sino que también son el pretexto para recorrerlo libremente, sin seguir los tiempos y los recorridos marcados por el horario escolar.

Esta exploración de la escuela se complementa con la exploración del centro de arte, muy cercano a la escuela; para el equipo de Cohabitar entre-, con el objetivo de utilizar el espacio del centro como una extensión excéntrica del centro educativo; y para los niños y niñas, a partir de la motivación de conocer a sus vecinos y vecinas. Las visitas, que se iniciaron antes y durante el montaje de las exposiciones, se proponen también como una exploración donde el libre movimiento de los niños y niñas por el espacio les permite apropiárselo, al anularse las constricciones que los protocolos usuales de visita imponen a los visitantes de un museo o un centro de arte, y construir así un conocimiento sobre otras maneras de hacer habitable el espacio a través del juego.

Investigación sobre la nueva escuela

La reflexión sobre la nueva escuela y los deseos del alumnado sirve para repensar la forma de aprender en la escuela y considerar otras maneras de organizar el aprendizaje y otra clase de espacios y relaciones que podrían darse en ella. Las propuestas del alumnado están influenciadas y condicionadas —incluso preconfiguradas— por su experiencia, es decir, por los modelos educativos vigentes y por el imaginario y la cultura mediática —series de televisión, dibujos animados, redes sociales…

El alumnado realiza diversos dibujos acompañados de textos en los que expresa sus ideas; su elaboración sirve como pretexto para comentar y debatir.

Investigación sobre la memoria de la escuela

La memoria de los niños y niñas que han habitado los barracones durante siete años —para los más mayores, toda su vida escolar— se toma, desde la visión adulta, como un tiempo de tránsito al que no se presta mucha atención: los barracones desaparecen y también sus historias y el tiempo de los niños y niñas en este espacio. Tratar de deconstruir el concepto de memoria asociado a los paradigmas que hemos normalizado como adultos también ha sido uno de los ejes de trabajo de la propuesta.

Socialización de la investigación

En el marco de la investigación sobre la escuela actual, ensayamos distintas herramientas para compartir y socializar con el resto de la escuela el proceso de trabajo. En esta línea se realizaron una serie de carteles que se colgaron por el barrio, en el espacio público, y en los que aparecían tres elementos: una imagen de la escuela actual; un texto relacionado con la experiencia de los alumnos y alumnas en la escuela, donde explican situaciones y anécdotas que han resultado significativas para ellos y ellas; y un autorretrato. Cada alumno elaboró un cartel propio. El momento de pegar carteles en el barrio sirvió para extender el proyecto al territorio, más allá de la escuela y de la comunidad educativa. Durante el paseo por el barrio, colocando carteles en los establecimientos comerciales y en los puntos informativos, los alumnos y alumnas hablaron con la gente y compartieron el trabajo realizado y las reflexiones que este suscitaba en un momento en que el futuro de la escuela estaba en el aire: se atrasaban los plazos de entrega del nuevo edificio que finalmente sustituirá a los barracones y la comunidad educativa puso en marcha una campaña de protestas para exigir su entrega al inicio del nuevo curso (http://www.btv.cat/btvnoticies/2016/06/02/can-fabra-treu-les-aules-al-ca...).

Por otro lado, otro grupo de alumnos y alumnas se dedicó al diseño y construcción de un punto de información sobre el proyecto en la escuela que tenía que servir para recoger tanto la memoria de la comunidad educativa (compañeros, maestros, familia...) en los barracones como sus propuestas y deseos para el nuevo centro. Este punto de información se instaló finalmente en la entrada del centro educativo.

EL OBJETO TRANSICIONAL: COLABORACIÓN PUNTUAL CON LOLA LASURT

A finales de mayo, la artista Lola Lasurt, que desde el inicio del proyecto Cohabitar entre- ha estado trabajando en un proyecto sobre el concepto de transición, propuso al alumnado de primer ciclo de primaria llevar a cabo una actividad en torno a la idea del objeto transicional: que un grupo de 50 niños y niñas de P5 visitara el centro de arte. Lola Lasurt les propuso pintar un gran friso donde cada niño o niña podía representar un objeto significativo vinculado con su paso por la Escuela Can Fabra que le gustaría conservar y llevar a su nueva escuela. Finalmente, el friso se instaló en la planta 0 del centro de arte, y se convocó a la directora y al equipo docente de la escuela a un espacio de debate en torno al concepto del objeto transicional con la Asociación Winnicott y distintos grupos de crianza del barrio.

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