Barcelona

Los dos grandes protagonistas vegetales de este parque son las extensas praderas de césped y dos hileras largas de álamos (Populus alba), perfectamente alineados, que recorren la vuelta de la colina que cierra el parque y forman, en la parte superior, un bosquecillo con numerosos chopos (Populus nigra italica). Al subir se encuentra una importante plantación de olivos (Olea europaea) y caminos que cruzan la colina, adornados con aligustres (Ligustrum lucidum) de un color verde matizado poco frecuente y que, con unas podas esmeradas, han pasado de arbustos a arbolitos, y el color escarlata de los ciruelos de hojas rojas (Prunus cerasifera ‘Atropurpurea’).

Dirigiéndose hacia la zona deportiva hay ombúes (Phytolacca dioica) y acacias (Robinia pseudoacacia), y la zona de pícnic disfruta de la sombra de las copas de los plataneros (Platanus x hispanica). Grupos de cipreses de Leyland (Cupressocyparis leylandii) ponen el punto final a algunas zonas del parque.

A medio camino de la cima de la colina se halla una escultura vital y llena de movimiento. Son los Cavalls desbocats, de Josep Ros (1993), un gran friso que recorta el perfil de 15 caballos que corren salvajes sobre el césped.

En uno de los extremos de la larga lámina de agua que recorre la ancha semicircunferencia que constituye el parque destaca Dona que es banya, de Rafael Bartolozzi (1985), una delicada figura femenina esculpida en mármol de Carrara. Cerca, el agua sale de las bocas de unas cuantas ranas, que rodean la escultura de manantiales.

Merece la pena pasear para descubrir los diferentes rincones que contiene y las muchas posibilidades que ofrece al visitante. Hacia la derecha está la parte más paisajística, que puede contemplarse en su conjunto desde el ancho paseo que hay en la parte más elevada del parque, una especie de gran balcón que se convierte en un agradable lugar de estancia.

A la izquierda de la entrada principal hay un anfiteatro polivalente que acaba donde empieza el canal del parque y unas escaleras que permiten acceder a la gran zona de descanso que hay antes de llegar a las pistas deportivas y al área de pícnic, dos de las grandes ofertas del parque de la Trinitat. Hay pistas polideportivas al lado de una de las mejores áreas de pícnic de Barcelona, ya que dispone de barbacoas de libre acceso. Un poco más allá de la zona deportiva se encuentra uno de los huertos urbanos de la ciudad. Tiene una superficie de 2.400 m2 y dispone de un total de 61 parcelas que cultivan jubilados del barrio.

El parque de la Trinitat tiene pistas para los entrenamientos y las competiciones de automodelismo, gestionadas por la Asociación de Modelistas Sant Andreu.