Barcelona

El azufaifo es un árbol de cultivo agrícola antiquísimo originario del sur y el este de Asia, aunque también lo conocían y cultivaban los griegos, los romanos y los árabes, los cuales presumiblemente lo introdujeron en la península Ibérica. Se cultivaba por motivos frutícolas, pero también se valora la calidad de su madera, que tiene diferentes utilidades (por ejemplo, en Catalunya se utiliza para hacer instrumentos musicales como las gralles y las tenores). El fruto, que se come fresco o seco, dio pie a un conocido dicho catalán: “Més content que un gínjol“ (Más contento que una azufaifa). El ejemplar se integra en los jardines históricos de Joan Maragall, hecho que incrementa su valor que ya posee por sí solo.