Barcelona

La vegetación es la gran protagonista de este parque. Nada más llegar, puede verse que su perímetro está aislado del exterior por un seto de buganvillas. Predomina la vegetación autóctona mediterránea, que favorece la correcta aclimatación de las especies. Hay unos 1.000 árboles, además de 35 palmeras, más de 5.000 arbustos y una cifra similar de cactus y plantas crasas, así como casi 11.000 plantas enredaderas, sin olvidar las más de 1.400 plantas herbáceas y las 48 especies aromáticas diferentes que perfuman el parque. La vegetación debe ejercer de techo natural del parque, que dejará pasar la luz.

Dispone de un dispositivo de almacenamiento y tratamiento de aguas que garantiza el riego en todos los puntos del parque a través de un sistema de goteo con agua freática. Mediante este sistema, cada planta recibe la cantidad de agua que necesita para su desarrollo.

Entre las zonas más sorprendentes está Cràter-pou del món (Cráter-pozo del mundo), un camino en forma de espiral rodeado de flores, mayoritariamente buganvillas, que simula un cráter. O Nius i pous dels cels (Nidos y pozos de los cielos): los nidos son espacios que invitan al reposo, con enredaderas que hacen de tapiz, y los pozos del cielo, unas estructuras metálicas con malla recubiertas de flores y lianas.
También debe mencionarse las Voltes i falgueres gegants (Bóvedas y helechos gigantes), un espacio formado por una secuencia de cuatro bóvedas vegetales que van perdiendo altura a medida que se acercan al llamado paisaje lunar, una montaña con la que se cierra la perspectiva del parque y que resulta ser la cobertura de la central de recogida neumática de residuos.
Otros espacios para ver son la plaza de la Sardana, los Rams de flors (Ramos de flores), las Cabanes sota la pluja (Cabañas bajo la lluvia), la illa sota la cúpula (Isla bajo la cúpula), los Espais i jardins aromàtics (Espacios y jardines aromáticos), el Túnel de flors (Túnel de flores) o los Troncs pilones (Troncos pilones).