Situado entre la calle de Ràfols, la Riera de les Monges y la ronda de Dalt, en el barrio de Sarrià, el parque de Joan Reventós dispone de un área de juego infantil accesible, circuitos de peatones, bicicletas y patinaje, y fuentes de agua potable. Está muy bien conectado con el parque de Collserola a través de los jardines de Can Sentmenat y el parque del Castell de l’Oreneta.
Historia
Este espacio verde nace de la urbanización de lo que se conoce popularmente como Riera de les Monges. Este torrente toma el nombre del convento de las Monges del Sagrat Cor de Sarrià que atraviesa. En el pasado, conectaba con el sistema de torrentes local hasta desembocar en la Riera Blanca.
El parque tiene dos atractivos espectaculares: el puerto y la altura de sus árboles, especialmente apreciables gracias a las fuertes pendientes y desniveles si le dedicamos una mirada de arriba abajo.
La obra de ingeniería, diseñada para drenar y canalizar las aguas pluviales, naturalizando el lecho del torrente y convirtiéndolo en un paseo, con trazado en zigzag, repasa la memoria del agua. El espacio está dedicado al que fue presidente del Parlamento de Cataluña entre 1995 y 1999.
Biodiversidad
Iniciamos el recorrido en el punto más elevado de este jardín, por sus accesos a la calle del General Vives, para observar el panorama desde un mirador a la sombra de un espectacular pino, que forma parte del conjunto de árboles de interés local de Barcelona.
También tenemos una buena vista desde las rampas del acceso adaptado que salen de la entrada de la calle Major de Sarrià. Desde allí visitamos el parque en sentido descendente. Durante el trayecto, avanzamos junto a los muros de contención cubiertos de hiedra (Hedera helix) y buganvilla (Bougainvillea glabra) o que combinan también parra virgen (Parthenocissus quinquefolia) y uña de gato o bignonia (Macfadyena unguis-cati). Como hace el cauce, seguimos el trazado del torrente de las Monges y lo recorremos hasta dejar el parque en la cota más baja, en el acceso de la calle de Ramon Miquel i Planas. En el ágora central encontramos una serie de palmeras, algunas altísimas (Phoenix canariensis, Washingtonia robusta y Washingtonia filifera).
Los alrededores de la plaza están ajardinados con durillo (Viburnum tinus) y madroño (Arbutus unedo). Cerca de los muros de contención vemos ejemplares de aladierna (Rhamnus alaternus), un pitósporo (Pittosporum tobira) de grandes dimensiones y también ejemplares, de tamaño considerable, de palmito (Chamaerops humilis) y de palmera excelsa (Trachycarpus fortunei). Cerca de estos se encuentra una de las rarezas del parque: un jabonero de China (Koelreuteria paniculata). En la parte más baja nos recibe un ejemplar de pino de gran altura, como casi todos los que podemos ver en este espacio. Toda esta vegetación formaba parte del entorno natural y se ha conservado igual. Dentro de un tiesto ornamental de obra vista y cerámica vidriada decorada con motivos florales y en forma de cáliz crece un palmito (Chamaerops humilis).
Esta plaza actúa como corazón y centro del parque. En la parte más baja encontramos una pequeña depresión del parterre indicada con un cartel. Si ha llovido, es probable que encontremos agua en este punto; es un pozo drenante, hecho y preparado para absorber el caudal del agua de la lluvia. Cuando salimos de la plaza, prestamos atención también al canto rodado del camino de hormigón que nos marca el recorrido. Nos indica el límite del lecho del torrente de las Monges, que podremos recorrer pendiente abajo. Las plantas trepadoras y tapizantes ya han invadido el espacio y esconden los muros de gaviones que sujetan los taludes del terreno. Por debajo de toda esta vegetación hay todo un sistema de drenaje del parque para canalizar el agua. Cuando llueve de forma torrencial, el agua baja con fuerza y toma velocidad gracias a las fuertes pendientes, pero es absorbida por un sistema de zanjas con gravas por donde se filtra el caudal.
Destaca por su tamaño un gran cedro del Himalaya (Cedrus deodara) que se encuentra próximo al acceso de la calle de Ramon Miquel i Planas.
Paisajismo y diseño
Los formidables taludes evidencian la empinada orografía del terreno. Desde esta cota más baja aparecen, todavía más imponentes, los pinos, que conforman una muy pequeña pero compacta área forestal donde destaca un majestuoso olivo. Si nos quedamos allí quietos un rato, también podremos ver grupos de palomas torcaces dando saltitos entre el follaje del sotobosque.
En este punto pasamos por debajo de un antiguo puente que se ha preservado. Justo después de este vestigio arquitectónico del antiguo convento, los árboles surgen de grandes alcorques integrados en la pasadera de hormigón.
Aquí el paseo se ensancha nuevamente, tanto con respecto a la zona de peatones como al lecho del torrente. Sobre este, en pequeños montículos, encontramos olivos y moreras y un ejemplar gigante de ombú; sobre el paseo, una robinia también gigantesca y, a sus pies, tres aligustres. Un poco más adelante, siempre en grandes alcorques circulares, vemos cerezos de Japón (Prunus serrulata) y tipuanas (Tipuana tipu). La bajada continúa. Estamos a punto de llegar al final del lecho visible del torrente. El camino hacia los grandes desagües de forja viene marcado por una hilera de chopos. Se alternan ejemplares de las dos especies más comunes en la ciudad (Populus alba y Populus nigra). En esta parte del parque confluye el paseo que proviene del cuarto acceso al jardín desde la calle de Ràfols, que se caracteriza por un conjunto de jacarandas (Jacaranda mimosifolia).
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- Teléfono
- Tel.: 010
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- Titularidad
- Centro público
Horarios
Periode | Dies | Hores | |
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Horari d'hivern de l'1 de novembre al 31 de març |
Cada dia | de 08.00 h a 19.00 h | |
Horari d'estiu de l'1 d'abril al 31 d'octubre |
de 08.00 h a 21.00 h |
aproximada, en funció de
l'horari solar (tanquen
quan es fa fosc, al capvespre)
Situat entre els carrers Ràfols, Riera de les Monges i Ronda de Dalt.