Playas sin humo
Una playa sin humo es una playa donde no se permite fumar ni en la zona de arena ni en la de mar.
Prohibido fumar en las playas
El 22 de julio se aprueba definitivamente la modificación de la Ordenanza del uso de las vías y los espacios públicos, que declara como espacios libres de humo todas las playas de la ciudad y, a estos efectos, establece la prohibición del consumo de productos del tabaco y la utilización de dispositivos susceptibles de liberación de nicotina en estos espacios. La entrada en vigor de esta modificación será al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona. BOPB [Ca].
Esta prohibición se fundamenta en la protección del medio ambiente y el derecho de la ciudadanía a disfrutar de un espacio público limpio, libre de humo y de colillas, la preservación de la convivencia ciudadana y la protección de la salud de las personas, particularmente de las más vulnerables.
Esta iniciativa, impulsada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y Barcelona Ciclo del Agua, SA (BCASA), se inició en verano del 2021 con una prueba piloto en las playas de Sant Miquel, el Somorrostro, la Nova Icària y la Nova Mar Bella, con una valoración satisfactoria de más de 8 puntos sobre 10.
Playas sin humo en Barcelona 2022
La iniciativa de playas sin humo, durante la temporada 2022, tuvo una alta aceptación entre la ciudadanía, ya que el 99 % de las personas usuarias no han fumado este verano en la playa. Además, el grado de satisfacción con la iniciativa ha sido elevado, con una media de 8 sobre 10.
No obstante, el residuo colilla se mantiene presente en las playas. Las personas usuarias han manifestado en un 72 % que han visto colillas que se han concentrado principalmente al lado del paseo y de las infraestructuras, muy probablemente a causa del desplazamiento de las personas que fuman fuera de la arena y al uso nocturno de las playas. Hay que recordar que las colillas, bien apagadas, van al contenedor gris.
Las playas sin humo en Barcelona
Barcelona favorece la disponibilidad de espacios de ocio libres de humo, para proteger el medio ambiente, para preservar la convivencia y para promover la protección de la salud, con la prohibición de fumar en todas las playas de Barcelona, excepto en los chiringuitos y el paseo.
Recuerda: las colillas, bien apagadas, van al contenedor gris.
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¿Por qué las playas sin humo?
El consumo de tabaco es un problema ambiental, dado que cada año unos cinco billones de colillas acaban en el medio marino, donde liberan contaminantes metálicos que provocan alteraciones en los sistemas de los diferentes organismos marinos y, consiguientemente, a causa de su ingesta, en el ser humano. Además, las colillas tardan una década en degradarse.
En este sentido, la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, expone el problema que ocasionan los filtros de productos de tabaco en las playas, ya que contienen plástico y son el segundo artículo de plástico de un solo uso que se encuentra en más cantidad en las playas de la Unión Europea. Por este motivo, en la directiva se señala la necesidad de reducir el enorme impacto ambiental causado por estos residuos y se promueven medidas diversas para reducirlos.
La transposición de esta directiva se ha hecho a través de la aprobación definitiva en fecha 31 de marzo de 2022 de la nueva Ley estatal de residuos y suelos contaminantes para una economía circular. El articulado de esta ley incluye, entre las medidas preventivas establecidas en el artículo 18, que los ayuntamientos puedan regular la limitación de prohibir fumar en las playas a través de las ordenanzas municipales, así como establecer sanciones al respecto. Esta ley da cobertura legal a la prohibición de fumar en las playas.
En este marco, las playas sin humo son una medida de prevención para contribuir a la reducción de este tipo de residuos en las playas y de la contaminación marina.
Las playas de Barcelona son un espacio público de uso intensivo por una parte importante de la población, lo que ha generado algunos retos importantes en términos de convivencia.
Las playas constituyen uno de los espacios de ocio más grandes de la ciudad, con una longitud de unos 5 kilómetros y una superficie de 240.000 metros cuadrados, que reciben cada temporada de baño a cerca de cuatro millones de personas de todas las edades. Las familias con niños y niñas representan el 9 % de los usuarios, según los datos de la encuesta del 2018, y eso significa que cerca de 350.000 niños y niñas utilizan las playas de Barcelona.
En los últimos años se ha observado, además, un cambio de tendencia en el uso de las playas, y se han contado más usuarios a lo largo de todo el año, de manera que las playas se convierten en un gran espacio al aire libre donde los vecinos y las vecinas pueden disfrutar del contacto con el mar y con la arena, con múltiples usos, como el deporte, el descanso, el juego, etc., y donde se ofrecen servicios y actividades muy diversos.
Este incremento en el uso de las playas contrasta con la reducción de la superficie de playa disponible, que disminuye cada año. En efecto, las playas de Barcelona son un sistema artificial altamente dinámico, que experimenta modificaciones a causa de la respuesta natural de las playas a la acción del oleaje. El ritmo de pérdida anual de arena del conjunto de las playas de Barcelona desde el año 2010 es de 50.000 m3/año.
El Ayuntamiento de Barcelona debe asegurar la compatibilidad entre todos los usos, servicios y actividades para que las playas sean un espacio de convivencia amable y respetuoso.
El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El tabaquismo es también la principal causa de muerte evitable en España y un factor de riesgo en seis de las ocho causas principales de mortalidad en el mundo (OMS, 2008). El humo ambiental del tabaco es un carcinógeno (IARC, 2021), y respirar el humo del tabaco que fuman otras personas aumenta el riesgo de enfermar, tanto en las personas adultas (U.S. Department of Health and Human Services, 2006; Öberg, 2010) como en los niños y niñas (Continente, 2019). No hay un nivel seguro de exposición al humo del tabaco, e, incluso al aire libre, la nicotina se concentra en los espacios donde hay personas fumando (OMS, 2007). La evidencia científica sobre los riesgos del consumo de tabaco para la salud es concluyente, así como lo es sobre los efectos del humo del tabaco ambiental (consumo pasivo), que es una causa de mortalidad, enfermedad y discapacidad y uno de los principales problemas de salud pública.
Garantizar espacios libres de humo resulta más importante para las personas especialmente vulnerables, y, entre ellas, los niños y niñas, con un sistema respiratorio en desarrollo y una frecuencia respiratoria más elevada. También, más allá de los efectos directos para la salud, hay que tener en cuenta el efecto educativo que comportan los espacios libres de humo, dado que la evidencia demuestra una incidencia más baja de fumadores y fumadoras entre las personas que no conviven habitualmente con el tabaco, y este hecho resulta de una relevancia especial con respecto a la sensibilización, concienciación y prevención del tabaquismo entre la población más joven.
También son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco las mujeres embarazadas, dado que fumar causa efectos adversos durante la gestación y favorece la aparición de problemas en la salud del bebé.
Los datos provisionales de la Encuesta de salud de Barcelona del 2021 indican que un 15,2 % de las mujeres y un 22,5 % de los hombres fuman diariamente. El consumo es más elevado en las clases sociales más desfavorecidas. Con respecto al alumnado adolescente de la ciudad, la Encuesta de factores de riesgo en la escuela secundaria (FRESC) muestra una evolución a la baja en el consumo de tabaco, sobre todo en los chicos y chicas de cuarto de ESO y bachillerato, hasta el 2016, y un repunte en el 2021 en el consumo diario y regular en las chicas de bachillerato.
En cuanto al humo ambiental del tabaco, un estudio europeo reciente en el que ha participado Barcelona ha mostrado presencia elevada de humo ambiental del tabaco en la mayor parte de espacios al aire libre que se han medido, especialmente, en las playas.
En clave de género, hay que indicar que el tabaquismo causa enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer en ambos sexos, aunque hay diferencias de las afectaciones por sexo. El tabaquismo afecta de manera negativa a la salud reproductiva de las mujeres, disminuye la fertilidad y avanza la menopausia. Y la mortalidad prematura que experimentan las mujeres por enfermedades causadas por el tabaco muestra una tendencia creciente.
Con la prohibición de fumar en las playas se contribuye a la lucha contra el tabaquismo y se garantiza el derecho de las personas no fumadoras a no tener que sufrir el humo del tabaco de las personas fumadoras, y, además, así las playas se convierten en espacios de sensibilización, concienciación y prevención del tabaquismo entre la población, especialmente la más joven.