
La Casa Almirall se inauguró en 1860 y, desde entonces, no ha dejado nunca de servir bebidas espirituosas, también la famosa absenta, tan pedida por los artistas de la época original. Desde hace unos años, antes de que el vermú volviera a estar de moda, este establecimiento decidió recuperarlo. Es uno de los locales más antiguos y mejor conservados de la ciudad.
Un espacio modernista
Que la Casa Almirall es un bar con pedigrí y no un local posmoderno se hace evidente desde la misma calle, desde donde se ven las enormes puertas de madera con ventanales y pasamanos de la época. Incrustados en la fachada, que hace esquina, dos enormes letreros de vidrio pintado con tipografía modernista anuncian el lugar. Y dentro empieza el viaje a la bohemia: un espacio íntimo del que destaca el enorme mostrador de mármol donde reposa, en uno de los extremos, la escultura de hierro forjado de la musa de la Exposición Universal de 1888. El imponente mostrador de madera ornamentada donde se almacenan botellas viejísimas es otro símbolo modernista que se ha mantenido intacto a lo largo de los años.
El dinamismo de los viejos tiempos
Es difícil encontrar a un barcelonés que no sepa qué es la Casa Almirall: actualmente, sigue siendo un establecimiento frecuentado por locales y el espacio continúa manteniendo vivo su espíritu rompedor. De vez en cuando se celebran actividades culturales, desde ciclos de cine mudo hasta tertulias. Como en los viejos tiempos.




Patrimonio cultural
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Ciutat Vella
el Raval
- Dirección:
- C Joaquín Costa, 33
- Districte:
- Ciutat Vella
- Barrio:
- el Raval
- Ciudad:
- Barcelona
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