Tres décadas de trabajo al frente de Nats Nus Dansa, la compañía que fundó en 1987, han convertido a Toni Mira en uno de los bailarines y coreógrafos más destacados de la escena catalana. Lo ha conseguido gracias a haber creado un lenguaje del movimiento muy personal, que está dotado de una fuerte relación tanto con el espacio como con los elementos escenográficos; un vínculo que, quizás, se debe a que Mira estudió cinco años de la carrera de Arquitectura antes de convertirse en profesional de la escena.

Desde Nats Nus, Toni Mira ha coreografiado tanto para la mirada de los niños (Momentari, Minimón, Cajas, Upps!!) como para la de los adultos, con piezas tan recordadas como Strangers in the Night (1989), Bolero (1994) o Límit (2005). Sus trabajos con Nats Nus le reportaron el Premio Nacional de Danza en 2010; un año antes había ganado el Premio Ciudad de Barcelona por el trabajo pedagógico que había llevado a cabo en algunas prisiones de la ciudad.

Más allá de su compañía y de sus espectáculos en solitario, Mira también ha colaborado en proyectos ajenos y ha creado el movimiento de muchos espectáculos de la escena barcelonesa como Flor de nit, de Dagoll Dagom, o Fang i setge, sobre el 1714.