Del 16 al 19 de noviembre pasado, el Paral·lel acogió las jornadas Culturopolis, donde se reflexionó y debatió sobre los derechos culturales, para pensar sobre cómo se concretan y para imaginar y encontrar mecanismos que los impulsen y garanticen. Entre las muchas actividades programadas, los organizadores cedieron un espacio a los proyectos comunitarios que trabajan la participación artística y cultural llamado “Ventanas Abiertas”.

El jueves 17, Paral·lel 62 recibió VULNUS ARTS VIVES RECERCA, una asociación artística que vincula de manera transversal los ejes de creación, pensamiento y territorio desde la interdisciplinariedad para compartir el dispositivo artístico “La conversación infinita de las imágenes” con el objetivo de indagar sobre las diferentes formas de enlace entre espacios y materiales. ¿Cómo? A través de un tablero de imágenes para crear relaciones y provocar la acción de jugar, hacer historia y memoria de forma colectiva.

El viernes 18, Paral·lel 62 recibió otros dos proyectos artísticos comunitarios. A las 15h, la sala se llenó para recibir uno de los proyectos del Antic Teatre, el centro social y cultural comprometido con la producción y exhibición de arte contemporáneo multidisciplinar. El grupo artístico comunitario del Antic Teatre formado por las vecinas de Ciutat Vella presentó una propuesta de teatro documento, “arqueología de lo cotidiano”, una metodología que propone la recuperación de la memoria viva a partir de un documento, objeto o fotografía . Tal y como explicó la directora del proyecto, Marta Galán, "es una manera de hacer visibles relatos e historias que nunca son visibles."

Una vez finalizada la sesión organizada por el Antic Teatre llegó el turno de La Fundició, la cooperativa que impulsa procesos colectivos de construcción de prácticas culturales y formas de relación. El equipo propuso jugar en “Deadlines&Dragons”, un juego de rol en el que los participantes debían interpretar diferentes personajes y dirigían sus acciones en el marco de una situación. En este caso, se puso sobre la mesa la relación entre las prácticas artísticas, la sala Paral·lel 62 y las diferentes comunidades de la zona del Paral·lel. “Es una propuesta muy útil para sacar estrategias o abrir conversaciones que a veces son difíciles de emerger” comentaron los miembros de La Fundició.

Tres actividades con planteamientos muy diversos pero útiles para conocer las diferentes metodologías con las que trabajan estos proyectos comunitarios relacionados con la cultura.