Hace unas semanas se abrió una convocatoria pública para poder tocar en las calles de Barcelona, a través del programa #MúsicalCarrer. El proceso ha avanzado inexorablemente y los nuevos y nuevas músicas de calle de Barcelona ya han sido escogidas por sorteo. De entre las 300 personas que se inscribieron, solo veinte han podido unirse al proyecot y de momento no habrá nuevas plazas a no ser que alguna de las participantes marche voluntariamente o no cumpla con las normas establecidas.

Medidas acústicas antes de salir a tocar

Antes que puedan salir  a la calle a tocar por primera vez, su equipo de sonido debe pasar por  una sonometría. En este procedimiento, se mide el ruido que hay en el ambiente mientras las artistas cantan o tocan sus instrumentos y se les indica qué límite de decibelios no deben pasar.

 Al finalizar, las responsables del proyecto señalizan los amplificadores de sonido que han pasado la sonometría con una pegatina del Ayuntamiento. También marcan el regulador de volumen en verde y rojo para visibilizar los niveles legales que deben seguri en materia de sonido. 

¿Y cómo funciona Música al Carrer?

Después de las sonometrías, se lleva a cabo una reunión informativa dónde se explica a músicos y músicas cómo funciona y se organiza el proyecto Música al Carrer. Además, se presentan los 46 puntos en activo de la ciudad  dónde podrán tocar en turnos de dos horas hasta nueve veces por semana. 

Para repartir los horarios, se celebran "apuntadas" cada cuatro semanas. Las apuntadas también operan a partir de un sorteo que define el orden en qué las personas participantes se anotan a las parrillas que corresponden a una semana. En cada apuntada se llenan 4 parrillas de horarios con un orden diferente a partir de la lista que ha concretado el sorteo. 

Es en estas parrillas donde pueden escoger los puntos de la ciudad donde actuarán durante las siguientes cuatro semanas y cuando lo harán, siempre respetando los horarios y limitaciones de ruido específicos de cada localización. 

Desde Música al Carrer explican que, aunque los puntos más ansiados son los de Ciutat Vella, el resto de barrios ofrecen experiencias diferentes pero igualmente enriquecedoras. En los distritos periféricos, por ejemplo, es más sencillo hacer red con las vecinas y conseguir un público fiel que reconozca e interactúe con el artista. 

Las participantes pueden apuntarse de manera individual, en dúos o en grupo. Las nuevas músicas y músicos empezarán a actuar en las calles de Barcelona a partir del mes siguiente.