Este otoño el Museo encauza una línea de trabajo estable con otras ciudades. En primer lugar, con la creación por parte del MUHBA, ya formalizada, de la red europea de museos de historia urbana y de investigación sobre las ciudades, con la previsión de proyectos que enriquezcan tanto los conocimientos como las exposiciones y el intercambio de visitantes. En segundo lugar, con el inicio de contactos con las ciudades chinas, donde ahora se empieza a plantear el problema de cómo modernizar las ciudades sin hacer tabula rasa, con la misma intensidad que este debate tuvo en el pasado en Barcelona, a partir del derribo de Santa Caterina, con múltiples episodios en los siglos XIX y XX. Este salto adelante en la proyección internacional de Museo se beneficia, sin duda, de la consolidación de su Centro de Investigación y Debate, que pronto podrá contar con un consejo científico con un amplio espectro de historiadores y estudiosos del patrimonio, y también de la concentración de esfuerzos en aquellos procesos claves en la trayectoria de la ciudad. En la revista encontraréis, por ejemplo, los proyectos expositivos referidos a la proyección internacional del núcleo intelectual judío de la Barcelona medieval y a la capacidad de recuperación de los años cincuenta del siglo XX que, por debajo de la costra de la dictadura, tuvo en la instalación de la Seat en la ciudad uno de los hitos más significativos.