A lo largo de la última década, Santi Palacios ha documentado como fotoperiodista el paso y el rescate de migrantes y refugiados que tratan de llegar desde Marruecos, Libia o Turquía hasta las costas de Europa.
Para Palacios, las rutas clandestinas migratorias son una de las situaciones más extremas a las que hoy se enfrentan las personas. La frontera, en el momento de atravesarla, se convierte en Un nudo entre dos mundos que permite capturar las conexiones entre las condiciones de vida de los países de origen y de los de destino.
A través de rutas clandestinas que pueden acabar en una playa del Mediterráneo como la de Barcelona, Palacios atrapa vivencias que se repiten a ambos lados del viaje: miseria, violencia, racismo, incertidumbre, muerte… Y con sus instantáneas intenta llamar la atención para que los espectadores puedan formularse preguntas sobre lo que ven en cada fotografía.
Valla metálica que divide Marruecos y el enclave español de Melilla. Arriba, migrantes subsaharianos (marzo de 2014) que poco después fueron expulsados en caliente. © Santi Palacios
Jóvenes de países africanos en mayo de 2014. Ese día, más de 400 jóvenes saltaron la valla y muchos otros fueron bloqueados por la policía marroquí o devueltos a Marruecos por la Guardia Civil española. © Santi Palacios
Un joven migrante sentado en una cámara de seguridad colocada sobre la valla metálica de Melilla. Cientos de sus compañeros habían logrado saltarla, pero él fue expulsado de vuelta a Marruecos por la Guardia Civil, tras varias horas subido a este poste (28 de mayo de 2014). © Santi Palacios
Un policía griego frena el paso a decenas de familias procedentes de Siria, Iraq y Afganistán, a pocos metros de la frontera con Macedonia, cerca del pueblo de Idomeni, en agosto de 2015. © Santi Palacios
Cruzar el mar en precarias pateras de plástico y en muy malas condiciones para llegar a la illa griega de Lesbos desde la costa turca. Este es el trayecto que hicieron y siguen haciendo muchas personas, como este padre y su hija (octubre de 2015).
Un grupo de migrantes se cubren con mantas térmicas tras cruzar el mar Egeo a bordo de una patera de goma, desde la costa turca hasta aldea de Skala Sikamineas (en la isla de Lesbos, en el noroeste de Grecia), en octubre de 2015. © Santi Palacios
Cruzar el mar en precarias pateras de plástico y en muy malas condiciones para llegar a la illa griega de Lesbos desde la costa turca. Este es el trayecto que hicieron y siguen haciendo muchas personas, como estas mujeres (noviembre de 2015). © Santi Palacios
La patera de la imagen alojaba a 13 cadáveres y 168 supervivientes que llevaban más de 24 horas a la deriva. Un equipo de la ONG Proactiva Open Arms los rescató en el Mediterráneo a unas 15 millas al norte de Sabratha, Libia, en julio de 2017. © Santi Palacios
Los cadáveres de un joven y dos bebés procedentes de Eritrea que llegaban al puerto siciliano de Pozzallo en una lancha de Open Arms, el 19 de enero de 2018. © Santi Palacios
Un voluntario sostiene a un bebé mientras otros ayudan a decenas de personas a desembarcar de una patera de goma, en la costa norte de Lesbos, el miércoles 25 de noviembre de 2015. © Santi Palacios
Migrantes de Eritrea en la cubierta inferior de un barco de madera abarrotado que fueron rescatados a la deriva por Open Arms. Horas antes habían salido de Libia (enero de 2018). © Santi Palacios
Migrantes de Somalia, Egipto y Marruecos, así como de Libia, Sierra Leona, Costa de Marfil, Bangladesh, Senegal, Siria, Palestina, Benín y Túnez, con catorce menores y cuatro mujeres entre ellos, descansan a bordo del barco de la ONG Open Arms tras ser rescatados en aguas internacionales procedentes de Libia (2020). © Santi Palacios
Los invernaderos de Níjar, en Almería, son un punto de llegada para miles de migrantes que intentan buscarse la vida, y donde trabajan en condiciones precarias. © Santi Palacios
El periplo de muchos migrantes subsaharianos puede llegar hasta Barcelona. Algunos tal vez acaben siendo vendedores ambulantes, como los dos jóvenes africanos que caminan por el metro de Barcelona (diciembre de 2017). © Santi Palacios
Llegar a un lugar como la playa de la Barceloneta es el sueño que muchos migrantes persiguen cuando inician este viaje largo e incierto. © Santi Palacios
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