Barcelona Metropolis

Contadores en marcha

Por las conducciones y los cableados de Barcelona se distribuye la energía que le proporciona bienestar y le ayuda a producir sin pausa. Los contadores tampoco dejan de medir: de media, al final del día, cada habitante habrá utilizado 11,1 MWh de electricidad y habrá gastado 150,1 litros de agua. El reto para no comprometer el futuro es reducir los 6 kg de gases de efecto invernadero que emite cada uno de ellos para conseguir energía (solo el 7,5% de la electricidad proviene de fuentes renovables). El camino debería ser circular, como el de los 2.873 metros cúbicos de aguas freáticas que se destinan al riego, las fuentes ornamentales y la limpieza.

La hora de la limpieza

Por la noche baja la frecuencia de respiración de la ciudad mientras se activa el ejército de personas que se ocupan de recoger la basura. Se deposita en los 27.599 contenedores de recogida domiciliaria y los 12.910 de recogida comercial, sin olvidar las 25.340 papeleras. Urge retirarla porque se han acumulado 2.005 toneladas a lo largo del día. También toca barrer y regar las calles, y mantener la red de alcantarillado, esencial para drenar las aguas residuales y evitar inundaciones.

Velar por la seguridad

Uno de cada cuatro barceloneses declara haber sido víctima de algún hecho delictivo. El más frecuente de los que llegan a las comisarías es el hurto, seguido de la estafa y los daños. La seguridad pública actúa patrullando, investigando y, si es necesario, con detenciones, cerca de 50 cada día, que terminan en alguno de los 250 juzgados de la ciudad. La mayoría de los detenidos quedan en libertad, pero los jueces decretan el internamiento para un 10%, y los envían a centros penitenciarios que, desde el cierre de la Modelo en 2017, están situados mayoritariamente fuera de Barcelona.

La ciudad que no duerme

En una metrópolis moderna nunca oscurece del todo. Cuando se pone el sol, se enciende el alumbrado de las calles y de los comercios, y mientras la mayoría concilia el sueño, muchos servicios siguen funcionando, sobre todo los de seguridad, salud y emergencias, además del ocio nocturno, el transporte, los panaderos y las rotativas.

La mayor despensa

Sin rebaños ni apenas suelo agrícola, los barceloneses confían en la eficacia de las cadenas logísticas para llenar el frigorífico. Una gran parte pasa por el nodo de Mercabarna, que a esa hora hierve con el ajetreo de mayoristas y minoristas, y continúa por los mercados municipales.

Moverse por la ciudad

A esta hora, los trenes de las ocho líneas de metro, las tres líneas urbanas y las suburbanas de FGC empiezan a transportar pasajeros. Pero en la ciudad existen otras formas de movilidad: en total, 811.673 vehículos censados, aunque lo más habitual sea moverse andando.

Un millón de urgencias

En toda la noche los servicios médicos de urgencias no han dejado de ver a pacientes, tanto los equipos de los hospitales y los CUAP como los del SEM: entre todos atienden a cerca de 3.000 enfermos diarios residentes en Barcelona, un 10% de ellos, en horario de madrugada.

El sonido (virtual) de la sirena

Empieza el turno de mañana en fábricas y talleres. El trabajo, sea como asalariado, autónomo, autoempleado o cualquier otra variante, marca la organización del tiempo de las 710.400 personas que se declaran activas y ocupadas. Otras 50.500 están en situación de desempleo.

Llenar las aulas

La mañana comienza con la procesión de un total de 250.000 niños, niñas y adolescentes hacia las escuelas y los institutos donde se forman y empiezan a dibujar su futuro y el de la comunidad. Hay cerca de 240.000 jóvenes que van más avanzados y cursan grados o posgrados universitarios.

Ruge el motor económico

Persianas subidas, ordenadores encendidos, teléfonos conectados: el sector servicios, que es el que lidera claramente la economía de Barcelona (aporta el 90% del valor añadido), marca una trayectoria ascendente tras el bache de la crisis sanitaria de 2020.

La economía menos visible

Con la casa vacía, llega el momento de poner lavadoras, limpiar cristales o pasar la aspiradora. Tan imprescindibles como poco valorados, los trabajos de limpieza y orden en el hogar recaen históricamente en mujeres. Hay cerca de 150.000 personas que las declaran como único empleo.

La hora del paseo

Todavía es temprano para pensar en la comida: hay tiempo, pues, para disfrutar de los 230 parques y jardines distribuidos por los 10 distritos; del parque natural de Collserola o de los 4,8 kilómetros de litoral que suman las 10 playas de la ciudad.

Visitar la ciudad

Hora punta en la Sagrada Familia, el Park Güell, el Museo del Barça, y el resto de los monumentos e iconos culturales que atraen masivamente a los visitantes. Tanto en verano como en invierno, el volumen de turistas vuelve a ser multimillonario una vez recuperado el hábito de viajar.

La hora de las oraciones

Si es domingo, ahora comienza la misa de la una en la Catedral, el principal templo católico de la ciudad. Los católicos practicantes son ahora menos que los no practicantes (6,9% frente al 26,5%) y muchos menos que los que se definen como no creyentes (54,7%).

La oferta gastronómica

Comer fuera de casa puede ser una necesidad, una comodidad o un ejercicio de investigación cultural. En cualquier caso, Barcelona ofrece miles de posibilidades para tomar un bocado o sentarse a comer, desde el modesto local de menú hasta alguno de los 24 templos gastronómicos distinguidos con la preciada estrella Michelin.

La atención a los vulnerables

Llegar dignamente a esta hora ya es un reto para la Barcelona en riesgo de exclusión, especialmente para las 5.000 personas sin hogar. Se incluye el 21,7% de la población en riesgo de pobreza (aunque trabaje) y las más de 150.000 personas con algún grado de discapacidad reconocido.

Las bibliotecas se llenan

Hace media hora han abierto las 40 bibliotecas públicas tras la pausa del mediodía, aunque, con la modalidad digital de consulta y préstamo, los horarios importan poco. Acreditan un uso masivo, con cerca de un millón de inscritos, y una valoración excelente entre los servicios municipales.

Hora de hacer la compra

Si bien las cadenas, con más personal, pueden hacer turnos para no cerrar al mediodía, el pequeño comercio abre a esta hora para atender a los clientes que han terminado la jornada laboral. Barcelona es ciudad de tiendas: hay más de 21.000.

La práctica del deporte

Una vez finalizadas las actividades obligatorias del día, siete de cada diez barceloneses eligen ocupar parte del tiempo libre con el deporte, sobre todo andar, nadar, correr y entrenarse con máquinas en el gimnasio.

Los animales domésticos

Casi dos de cada diez hogares de Barcelona tienen censado algún animal de compañía. Tanto en perros como en gatos, el nombre más común es Lluna/Luna.

Volver a casa

El momento de la cena suele reunir a los integrantes de la unidad de convivencia. En un tercio de los hogares habrá un solo plato en la mesa: la soledad, buscada o no, es frecuente sobre todo entre los mayores de 70 años.

En vivo y en directo

Picar algo y salir para llegar puntual a un espectáculo sirve para experimentar la vibración de lo vivo, único y multisensorial, una sensación que el entretenimiento en línea (todavía) no puede ofrecer.

Pantallas encendidas

El deseado prime time ya no es lo que era. Ahora que cada uno puede tener una pantalla en sus manos, el televisor ha perdido fuerza como aglutinador familiar. Sin embargo, sigue siendo la fuente de información principal para más de la mitad de la población.

Qué tiempo va a hacer

Antes de acostarse hay que saber si el día siguiente será día de manga corta, de bufanda o de paraguas. Si la temperatura no baja de 25 °C, será una noche tórrida y costará conciliar el sueño.