Historias dibujadas que cruzan fronteras
- Libros
- Pliego de cultura
- Ene 18
- 5 mins
Desde hace un tiempo, la literatura de no ficción ya no solo la integran las páginas ilustres de autores como Capote, Mailer, Carrère o Caparrós, sino también las páginas ilustradas de las novelas gráficas, que han hecho posible el binomio riguroso y socialmente comprometido formado por el periodismo y el cómic. Un regalo para Kushbu es el ejemplo más cercano que tenemos en el tiempo y el espacio de esta hibridación de géneros.
Una de las principales características de Barcelona es su condición cosmopolita, integradora y multicultural, que hace equilibrios entre la recepción turística y la acogida migratoria; entre el ocio y la actividad económica, por un lado, y la solidaridad y la responsabilidad social por otro. La diversidad, sin embargo, presenta un reto complejo: promover la igualdad de derechos y oportunidades de aquellas personas que llegan en busca de un futuro mejor y que, solo por su procedencia o aspecto físico, fácilmente pueden ser estigmatizadas.
Esta objetivación paternalista no hace otra cosa que reforzar la primera piedra del engranaje de la exclusión: el prejuicio. Las herramientas de inclusión social y laboral son los mejores activos que les podemos ofrecer, y afortunadamente funcionan con garantías gracias al trabajo en red y la colaboración de las entidades y los organismos públicos.
La fundación Mescladís es una de dichas entidades, y trabaja con personas y asociaciones vinculadas al activismo, la educación, el arte y la cultura. Desde su punto de encuentro, el Espacio Mescladís impulsa un proyecto que genera sus propios recursos a través de diversas iniciativas de economía social y solidaria, de formación y acompañamiento en el mercado laboral a personas con especiales dificultades para acceder a un puesto de trabajo.
En diciembre este proyecto incrementó sus dimensiones con la publicación de una novela gráfica insólita: Un regalo para Kushbu. Historias que cruzan fronteras, producida por Mescladís y la asociación Al-liquindoi. Un libro que ha acabado juntando nueve vidas a través de nueve historias anónimas, tan parecidas a las de tantas personas pero tan poco escuchadas.
Es un ejercicio que hace más presente la conciencia colectiva que todos tenemos el deber de asumir, de compartir, porque sus historias podrían ser nuestras, porque no hace tantos años fueron las de nuestros abuelos. No olvidar el pasado y no ignorar el presente; la memoria no ha de ser caprichosa. “Soy hombre, nada de lo que es humano me es indiferente”, decía el comediógrafo latino Terencio. Un regalo para Kushbu nos recuerda exactamente eso: los protagonistas de estas historias son personas reales, obligadas a huir de su país, que llegan a un lugar desconocido buscando una vida más fácil, más justa, más humana.
La particularidad de esta novela gráfica que cruza fronteras, tanto en sentido figurado como literal, es que ha sido dibujada a diez manos por los ilustradores Tyto Alba, Cristina Bueno, Sagar Forniés, Miguel Gallardo, Martín López Lam, Andrea Lucio, Susanna Martín, Marcos Prior, Sonia Pulido y Manu Ripoll. También cuenta con fotografías de Joan Tomás y con un guión del escritor Gabi Martínez. El cómic, que nace del proyecto Diálogos Invisibles desarrollado por Martín Habiague, Jessica Murray y Joan Tomás (presentado en el DOCfield Barcelona), explica las peripecias de estas nueve personas y nos hace partícipes de sus miserias y esperanzas, de su lucha particular contra el abuso y la discriminación, la persecución y la guerra.
En una época condicionada por las migraciones masivas y los silencios también masivos y generalizados de una gran parte de países que presumen de ser democráticos tras sus fronteras, Un regalo para Kushbu se convierte en un testimonio del apoyo y la solidaridad que han encontrado sus protagonistas para hacer frente a la exclusión: Farida, procedente de Afganistán; Raju, de la India; Basanta y Kushbu, de Nepal; Dilora, de Uzbekistán; Ilyas, de Marruecos; Bubakar, de Níger; Soli, de Nigeria; y Camilo, de Colombia. En la contraportada del libro, Elvira Lindo afirma que “tenemos que poner rostro y nombre a los que buscan refugio” sencillamente porque “es una obligación moral”. “Queremos acoger” no solo tiene que ser un grito, sino una realidad.
Un regalo para Kushbu es otro ejemplo del auge consolidado de la novela gráfica como expresión literaria en este siglo, sobre todo en lo referente a las historias con un alto componente de denuncia social basadas en hechos reales. Con el referente icónico indiscutible de Maus, la crónica dibujada y el ejercicio de memoria histórica que le acompaña se ha convertido en otro modo de representar la no ficción periodística. Atisberri, junto con Norma, Sinsentido y Planeta Cómic, es una de las editoriales punteras en la publicación de obras de este género, en el que sobresalen autores como Joe Sacco, Guy Delisle, Marjane Satrapi, Rutu Modan o el valenciano Paco Roca. Un regalo para Kushbu sigue la línea de Los vagabundos de la chatarra (2015), el cómic escrito por Jorge Carrión e ilustrado por Sagar Forniés que nos brinda la oportunidad de pasear por la Barcelona de Ciutat morta a través del periodismo gráfico.
Pero Barcelona no es solo la reflejada en Ciutat morta; es también la ciudad refugio que desde hace muchos años ha demostrado sus virtudes democráticas e integradoras. El compromiso social y cultural de Mescladís continúa dando sentido a una percepción que, a pesar de las injusticias, sigue más viva que nunca.
Un regalo para Kushbu
Varios autores
Coedición: Astiberri Ediciones y Ayuntamiento de Barcelona
Barcelona, 2017
131 páginas
Del número
N106 - Dic 17 Índice
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