¿Comprender Madrid para comprender la política española?

Enric Juliana, fotografiado en Madrid. © Anabel Abril

España, el pacto y la furia (Arpa, 2024), un libro de poco más de 600 páginas, condensa los elementos centrales de veinte años de política en España (2004-2024), interpretados por la mirada analítica, bien informada y literariamente bien plasmada de un periodista, Enric Juliana, que ejerce en Madrid como observador privilegiado del primer y más importante periódico catalán.

Un 14 de abril de 2004, pocos días después del atentado en Atocha y del posterior triunfo socialista en las elecciones del 14-M, Enric Juliana, adjunto en la dirección de La Vanguardia, se instaló en Madrid. Su libro España, el pacto y la furia es una mezcla de historia pasada, presente y futura, que ofrece una panorámica muy personal y, al mismo tiempo, bastante paradigmática de los últimos veinte años de la política en España y de los intríngulis internacionales que la condicionan y afectan.

Es un libro notable desde varios puntos de vista. No es una crónica periodística que pretenda incorporar de forma minuciosa todos los elementos destacables de estos veinte años, pero, en cambio, el lector encontrará todo lo que ha sido y es significativo, interpretado y situado en un marco analítico propio y nada convencional. Enric Juliana explica sus inicios como periodista y su recorrido posterior, y destaca su estancia en Italia como corresponsal de La Vanguardia, por lo que significó en su formación y en sus claves interpretativas, como se puede constatar en el libro. Como él mismo dice en el epílogo de la obra, le interesa especialmente todo lo que se mueve entre la geografía y la política, y en las estrecheces que las constantes tensiones terminan por generar y que desencadenan tanto la furia entre contrarios como la necesidad del pacto para salir de ahí, si uno no quiere hacerse daño.

Portada del libro Portada del libro

En España, el pacto y la furia, pues, se habla mucho de política exterior y de las interacciones entre las dinámicas europeas y las vicisitudes internas, tanto para ver las interdependencias constantes que los hechos de aquí dentro tienen con lo que ocurre fuera, como por cómo nos han afectado y nos afectan de forma intensa las dinámicas globales (energéticas, por ejemplo) y regionales (relaciones con Marruecos) en una multitud de ocasiones.

El libro se estructura por años, y cada uno de estos capítulos tiene una introducción general en la que se sitúan los elementos principales del periodo y después se reproducen algunos de los artículos destacados que el propio Juliana ha ido publicando en La Vanguardia. Han sido veinte años muy intensos. Basta recordar, como decíamos, el atentado de Atocha, la gran crisis financiera de 2008 y los efectos que tuvo sobre la política española, el 15-M de 2011, toda la dinámica generada por el proceso en Cataluña, la pandemia de 2020, el inicio de la guerra de Ucrania o el atentado de Hamás en octubre de 2023. Y en medio de todo esto, siete convocatorias de elecciones generales, cuatro elecciones en Europa, una multitud de elecciones en todas las comunidades autónomas y cinco convocatorias de elecciones locales en toda España.

Y, en el centro, Madrid

El observatorio escogido, y al mismo tiempo el gran protagonista del libro, es Madrid. El Madrid D. F., en expresión del propio Juliana; el Madrid centro del poder político, pero también cada vez más centro del poder económico; el Madrid en el que se concentra la gran fuerza de los aparatos administrativos y judiciales de todo el Estado; el Madrid que va acumulando influencia y poder de las élites latinoamericanas que se van instalando; el Madrid que vive su propia burbuja mediática, llena de cruces económicos y políticos; el Madrid también del toro Segador, el oráculo creado por Juliana que le sirve de alter ego cuando le conviene, como dice él mismo, “ordenar las ideas” o apuntar a nuevas pistas interpretativas.

El libro, siguiendo la actualidad política de estos apretados e intensos años, pone de manifiesto algunas pautas que se mantienen constantes en la mirada de Juliana. Es un catalán en Madrid y, por tanto, tiene la obligación y la voluntad de hacer de traductor de lo que ocurre a ambos lados del AVE Barcelona-Madrid. Es indudable que Enric Juliana es una persona leída y escuchada en Madrid (La Vanguardia es un diario muy presente en el escenario político madrileño) por su capacidad de interpretar y modular lo que ocurre en Cataluña, y en Cataluña hace una función de traductor del ruido y ruido de la capital del Estado, un ruido y bullicio que muchas veces es difícilmente comprensible a más de 600 kilómetros de distancia, sobre todo cuando hay poca presencia de catalanes en los aparatos administrativos y judiciales de la capital.

El estilo de Juliana ayuda también a añadir valor a sus crónicas. Sus artículos están llenos de referencias cultas, tanto literarias como artísticas, y sobre todo de referencias históricas, que ayudan a contextualizar una actualidad que llega ahora de mil formas a la ciudadanía. Precisamente, lo que aprecia mucha gente de estas crónicas es que añade capas de referencia y de contexto a lo que, de otra forma, ya conocen y que son estrictamente hechos o acontecimientos. Tiene también interlocutores significativos que le ayudan constantemente a enriquecer lo que ocurre. A lo largo del libro es constante, por ejemplo, la voluntad de explicar en Madrid lo que es propio de lo que él llama “la España del este”, que tiene claves históricas indudables y que presenta déficits de comunicación interna, como el eje del Mediterráneo bloqueado largamente por la lógica centrípeta madrileña y estatal. El tema plurinacional es también una referencia constante, que aparece de muchas formas distintas, desde recordatorios históricos, debates en las Cortes Constituyentes, momentos en que los grandes partidos se acercan o huyen de ello, hasta, evidentemente, toda la peripecia del Estatuto de Autonomía, el papel de Maragall, la sentencia del Tribunal Constitucional o el arranque del procés y sus todavía presentes derivas judiciales y políticas.

Hay muchas capas de lectura en los artículos de Juliana. Mucho hipertexto, como lo llamaríamos ahora. Por tanto, es un libro que, con independencia de lo que tiene de recopilación de un período políticamente muy intenso, servirá en el futuro para situar elementos y dilemas que continuarán presentes. Desde este punto de vista, diríamos que Enric Juliana no es solo un cronista de lo que ocurre: es también un actor en el escenario que nos presenta y que nos ayuda a entender.

España, el pacto y la furia
Enric Juliana
Arpa, 2024
624 páginas

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