Barcelona, en los ojos de Picasso
- Libros
- Pliego de cultura
- Abr 24
- 4 mins
“Allí es donde empezó todo… Allí es donde entendí hasta dónde podía llegar”, confesó Picasso a propósito de Barcelona, ciudad a la que llegó en 1895 en un carguero, el Cabo Roca, que había zarpado de Málaga ocho días antes con toda la familia a bordo. Estaba a punto de cumplir 14 años y era un adolescente precoz llamado Pablo Ruiz, al que el estallido vital y creativo de la juventud le pillaría callejeando por una ciudad que lo deslumbró y le reveló la modernidad.
Fue en Barcelona donde se corrió sus primeras juergas con los amigos —los primeros en reconocer su talento y en descubrirle los placeres que se escondían en los burdeles—; donde disfrutó de su primer estudio, un espacio de creación y libertad, en la calle de la Plata, desde cuyo balcón lanzaba piedrecitas a los viandantes con su colega Manuel Pallarès; donde tuvo su primera novia y que le dio la oportunidad de su primera exposición individual, en Els Quatre Gats… Nueve años después, con 22, se marchó a París y ya no regresaría más que en contadas ocasiones, casi siempre para visitar a su madre y a su hermana Lola, por su firme oposición al franquismo. Pero nunca cortó su vínculo emocional con la ciudad y en 1970, cuando tenía 69 años, donó 1.000 obras para su museo, el único creado en vida por voluntad del artista.
La relación de Picasso con Barcelona ha sido contada en multitud de ocasiones y desde múltiples puntos de vista, pero seguramente ninguna de una manera tan vívida, audaz y minuciosa como la que despliega Claustre Rafart Planas en Picasso Barcelona. Una cartografía. Un volumen ilustrado que es a la vez biografía del artista y guía de una ciudad que ya no existe, y que ha contado con una primorosa edición a tres bandas entre el Museu Picasso, el Ayuntamiento de Barcelona y la Editorial Tenov.
El libro sigue los pasos del joven Pablo por 134 enclaves vinculados a su biografía.
Rafart, autora asimismo de Los paisajes de la Barcelona de Picasso (Editorial Meteora, 2007), nos invita a recorrer la Barcelona del cambio de siglo con los ojos de Picasso, a acompañarlo en su día a día por aquellos lugares que frecuentó o fueron significativos en su vida o en su obra. A seguir los pasos del joven Pablo por 134 enclaves vinculados a su biografía, haciendo parada en cada uno de ellos, desvelando curiosidades y pequeñas historias.
Vivencias y emociones
A través de sus páginas, podemos ver al artista trabajando en sus diferentes talleres, asistiendo a las clases de la Llotja o a las sesiones de cine del Cinematógrafo Napoleón, tomando cerveza en el Café de Viena, en pleno Eixample, o disfrutando de los espectáculos del Circo Ecuestre del Tívoli, donde con solo 15 años hizo gala de su magnetismo sexual conquistando a su principal estrella, la amazona Rosita del Oro, su primer amor, con la que mantuvo una relación intermitente hasta su marcha a París, en 1900.
Siguiendo los pasos de Picasso, la autora evoca una Barcelona desaparecida en la que el artista es uno más de los aficionados a los toros que muchas tardes acuden a la plaza El Torín, en la Barceloneta, acompañado de su padre, don José, que de niño le había descubierto el mundo de la corrida en La Malagueta. La de los merenderos populares de Montjuïc, hasta donde se desplaza junto a los hermanos Ramon y Cinto Reventós para comer mejillones y beber vino en porrón en La Musclera, un establecimiento situado en la subida hacia Miramar. La del Edén Concert de la Bella Chelito, cabaret contiguo a su taller, que Josep Maria de Sagarra definió en sus Memorias como “el único local prohibido que se citaba en las conversaciones timoratas (…) cuando quería significarse que un hombre de relieve era un perdido se decía que se le había visto en el Edén, y no hacía falta insistir más”. O, en fin, la de los tugurios prostibularios de la calle Conde del Asalto, donde conoció a Carlota Valdivia, madame tuerta a la que inmortalizó como La Celestina en 1904.
Desde el Tibidabo hasta el cementerio de Poblenou o la fábrica Anís del Mono de Badalona, la obra con la que se conmemora el 50 aniversario de la muerte del artista y el 60 aniversario de la creación de su museo en Barcelona tiene la audacia de salirse de los caminos trillados de las rutas picassianas y, sin duda, es una de las grandes aportaciones que nos habrá dejado el Año Picasso.
Picasso Barcelona. Una cartografia.
Claustre Rafart Planas
Museu Picasso
Ayuntamiento de Barcelona
Editorial Tenov, 2023.
256 páginass
El boletín
Suscríbete a nuestro boletín para estar informado de las novedades de Barcelona Metròpolis