¿Por qué?
La apuesta de Barcelona y de su área metropolitana para ser ciudad anfitriona de la edición 15 de Manifesta es fruto del despliegue de una las líneas de acción del Plan de Derechos Culturales del Ayuntamiento de Barcelona. En concreto, la acogida de Manifesta Europa es una acción específica de la segunda medida: Cultura de base y sectores culturales: derecho a la creación, la experimentación, la investigación y a la producción cultural.
La segunda medida tiene como misión impulsar el derecho a la creación y a la producción cultural en condiciones de dignidad sociolaboral para las personas trabajadoras de la cultura, tratando de mitigar la precariedad estructural, ofreciendo apoyo a los procesos de creación, impulsando nuevas vías de relación entre agentes y garantizando el acceso a un abanico más amplio de la ciudadanía.
El pasado 30 de abril de 2021 el Plenario Municipal del Ayuntamiento de Barcelona aprobó este plan, que incluye a la ciudad al debate internacional en el ámbito de los derechos culturales y convierte a Barcelona en un municipio pionero al aprobar un plan específico de derechos culturales. Este plan incorpora, al mismo tiempo, un marco de reflexión político ambicioso y una serie de medidas de gobierno y acciones innovadoras, vinculantes y operativas.
En total, se tienen que desplegar 100 acciones hasta 2023 para que Barcelona se dote de una política cultural fundamentada en los derechos culturales y tenga como consideraciones centrales aspectos como el acceso, las prácticas culturales, la innovación, la gobernanza democrática, el reconocimiento de la diversidad, la creatividad, la producción cultural y el fortalecimiento comunitario con la ciudadanía y los agentes sectoriales.
Una de estas acciones es la celebración de Manifesta 15 Barcelona en 2024, que emana directamente de este Plan de Derechos Culturales.
Manifesta 15 ha trabajado para ampliar los derechos culturales y el acceso a la cultura de la ciudadanía sin discriminación de clase social, procedencia o capacidad económica. Por eso, la bienal preparará un programa de actividades que huye del eje centro-periferia y dibujará una nueva centralidad con muchos polos de actividad cultural conectados por toda el área metropolitana de Barcelona.