La relación de Antoni Arola con la luz es infinita. Para él, es un elemento para crear y modificar espacios, para generar discursos artísticos, metáforas inmateriales y también objetos. Con Eó propone una instalación lumínica que sumerge al público en un intervalo de belleza dentro de un periodo de tiempo indefinido e incontable. Para despertar a esta experiencia inmersiva utiliza las semillas de la espadaña (un macrófito que se encuentra habitualmente en el margen más interior de las orillas de los cursos de agua lentos, de los pozos de arroyos y de las balsas), que se expanden en un estado de ingravidez frágil al sonido del silencio y generan una danza de partículas en suspensión que se disuelven en la oscuridad. Una luz halógena las despierta con un brillo que las guía y las ilumina y, lentamente, las revela ante nuestros ojos dentro de una penumbra total, en una visión que no rehúye su posible valor poético de conexión entre la belleza del artificio y de lo natural.

Los trabajos de Antoni Arola tocan campos muy diversos: proyectos de iluminación para varias editoras, piezas de mobiliario, proyectos de interiorismo e instalaciones efímeras. Compagina su carrera profesional con la docencia, los talleres, la experimentación artística y la investigación lumínica. Su continua búsqueda de la belleza, inspirada en las culturas ancestrales y en su visión particular de la luz, le confiere una versatilidad singular que filtra a través de cada proyecto. Así, su investigación artística gravita en torno a un elemento esencial e inmaterial: la luz. Y lo hace tanto en su ausencia y como en su presencia, ya sea natural o artificial. A partir del diálogo con la luz —y de su interacción con el espacio—, desea apelar a la percepción visual del público, invitándolo a sumergirse en un mundo nuevo, intangible, poético y siempre abierto a nuevas interpretaciones. Entre otros premios, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Diseño 2003, cuatro Deltas de Plata y un Red Dot Design Award (2012).